
Origen: I.G.T. Sicilia (Isla de Pantelleria, Italia)
Productor: Cantine Florio - Duca di Salaparuta Spa.
Variedades: 100% zibibbo
Alcohol: 15.5% vol.
Precio: Entre 13 y 16 euros (botella 50 cl.)
Enlace de la bodega: www.cantinefllorio.it
Más información: Viñedos propios de la bodega Florio ubicados en la isla de Pantelleria. Vides plantadas entre 50 y 100 metros de altitud, en pequeñas zanjas sobre suelo volcánico para protegerlas del fuerte viento africano. Vendimia manual de la uva sobremadurada a finales del mes de septiembre. Leve maceración con los hollejos y fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada. Cuando el mosto alcanza entre 5 y 6 grados de alcohol es "apagado" con un destilado de vino hasta alcanzar un 16% vol., dando así por acabado el proceso de fermentación. Crianza de 10 meses en una selección de barricas nuevas y usadas de roble francés de 225 litros. Permanece un mínimo de 8 meses en botella antes de ser comercializado. Producción de 35.000 botellas.
La añada 2004 en la isla de Pantelleria será recordada durante muchos años por la extrema calidad de sus vinos. Las mejores bodegas alcanzaron el máximo de expresión posible con dulces como el Abraxas, o el Ben Ryé y Kabir de Donnafugata. Éste, también es el caso del Morsi di Luce. Un dulce que se comercializa en un rango inferior, como vino licoroso bajo el sello genérico de I.G.T. Sicilia, pero que nada tiene que envidiar a sus hermanos mayores, los D.O.C. Moscato Passito di Pantelleria. La diferencia entre ellos deriva de su proceso de elaboración. Los D.O.C. siguen el método clásico de deshidratar las uvas al sol durante 3 semanas hasta que se consigue una pasa con fuerte concentración de azúcares. Después se vinifican normalmente, a baja temperatura, hasta que la fermentación se bloquea de forma natural sin añadir ningún tipo de alcohol vínico.


Nota de cata:
Amarillo dorado-viejo, brillante, limpio, reflejos ambarinos.
Nariz apabullante, intensamente perfumada, delicada y fragante, con una elegantísima expresión de fruta ultramadura, escarchada, de hueso (albaricoque) a la que se suma una sensación de fruta exótica asilvestrada que aporta frescor. Hay un enorme peso floral con una explosión de jazmines, retama de olor, hierbabuena, flor del limonero, zarzal... De fondo se perciben finos ahumados y notas avainilladas. Trama seductora, brillante, con un fondo mineral ahumado y un suave retronasal con notas de cacao tostado
En boca es sedoso, elegante, muy sabroso y lleno de equilibrio. Sorprende por su excelente acidez y frescor, con fruta muy madura, dulzona, casi cálida, contrastada por una intensa acidez. Fuerte concentración de uva pasa, tarta al whisky, vainilla, a la que se suman las sensaciones de miel de acacia, fruta escarchada, especias blancas. ¿Dónde está el alcohol? Ni se intuye. Creo que todavía podría ir ganando en unos años en botella mientras pule esa acidez y la integra. Más que un vino de postre es un postre en sí mismo.
Nota personal: 18/20
Relación calidad precio: Excelente
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2 comentarios:
Quisiera felicitarte por tu blog, ¡uno de los mejores!
Gracias por el comentario. Espero que te vaya bien con la tienda de vinos búlgaros y estoy deseando poder probarlos. Lo cierto es que en Barcelona es difícil encontrarlos.
Un saludo,
Viniterraneum
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