jueves, 13 de noviembre de 2008

Morsi di Luce 2004 Vino Liquoroso

Vino: Morsi di Luce 2004 Vino Liquoroso
Origen: I.G.T. Sicilia (Isla de Pantelleria, Italia)
Productor: Cantine Florio - Duca di Salaparuta Spa.
Variedades: 100% zibibbo
Alcohol: 15.5% vol.
Precio: Entre 13 y 16 euros (botella 50 cl.)
Enlace de la bodega: www.cantinefllorio.it
Más información: Viñedos propios de la bodega Florio ubicados en la isla de Pantelleria. Vides plantadas entre 50 y 100 metros de altitud, en pequeñas zanjas sobre suelo volcánico para protegerlas del fuerte viento africano. Vendimia manual de la uva sobremadurada a finales del mes de septiembre. Leve maceración con los hollejos y fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada. Cuando el mosto alcanza entre 5 y 6 grados de alcohol es "apagado" con un destilado de vino hasta alcanzar un 16% vol., dando así por acabado el proceso de fermentación. Crianza de 10 meses en una selección de barricas nuevas y usadas de roble francés de 225 litros. Permanece un mínimo de 8 meses en botella antes de ser comercializado. Producción de 35.000 botellas.

La añada 2004 en la isla de Pantelleria será recordada durante muchos años por la extrema calidad de sus vinos. Las mejores bodegas alcanzaron el máximo de expresión posible con dulces como el Abraxas, o el Ben Ryé y Kabir de Donnafugata. Éste, también es el caso del Morsi di Luce. Un dulce que se comercializa en un rango inferior, como vino licoroso bajo el sello genérico de I.G.T. Sicilia, pero que nada tiene que envidiar a sus hermanos mayores, los D.O.C. Moscato Passito di Pantelleria. La diferencia entre ellos deriva de su proceso de elaboración. Los D.O.C. siguen el método clásico de deshidratar las uvas al sol durante 3 semanas hasta que se consigue una pasa con fuerte concentración de azúcares. Después se vinifican normalmente, a baja temperatura, hasta que la fermentación se bloquea de forma natural sin añadir ningún tipo de alcohol vínico.

Pantelleria es una pequeña isla italiana a 70 quilómetros de la costa este de Túnez. La mano del hombre ha tenido que moldear una orografía difícil, de suelo volcánico y fértil que favorece los cultivos de la viña y de los cítricos. El fuerte viento de "tramonta", a días cálido y a días helado, ha favorecido la construcción de los clásicos muros de piedra negra que separan las parcelas cultivadas y que protegen a las retorcidas vides. La "zibibbo" es el nombre tradicional con el que los habitantes de la isla se refieren a la "moscato di alessandria". La leyenda atribuye al general cartaginés Magon Barca, hermano de Aníbal, la invención de los passito y la introducción de la variedad "zibibbo". Sin embargo, ésta fue traída por los pueblos árabes en el siglo VIII d.c. Diversas tribus del norte de África habitaron la isla durante la Edad Media produciendo unos famosos destilados con los que comerciaban con el continente europeo, aprovechando la crisis de la viticultura. También se seleccionaban algunas parcelas poco productivas, con uvas destinadas al consumo familiar, que posteriormente se asoleaban para elaborar unos dulces viscosos muy sabrosos, dando origen a los primeros passito di pantelleria. No sería hasta la llegada de los navegantes catalanes y aragoneses que se impuso el sistema tradicional de apagado y la elaboración de vinos fortificados, de la misma manera que se llevaban a cabo desde el norte de Aquitania hasta la actual comarca murciana de El Carxe.

Había probado este vino licoroso en diversas ocasiones pero ninguna de sus añada es comparable a la del 2004. A mi entender estamos ante uno de los vinos dulces más interesantes del mundo, con una expresión varietal y una pureza fuera de lo habitual. Una de las compras del año, sin duda alguna. No se arruga ante los mejores passito di pantelleria, pero cuenta con el aliciente añadido de que es 4 veces más barato. A pesar de tratarse de un vino licoroso, me parece que está a la misma altura de los grandes vinos dulces naturales españoles, como los malagueños Molino Real, Ordóñez & Co., o el Chivite Colección Vendimia Tardía. No sé qué podría pasar si los productores de Pantelleria se decidieran por elaborar alguna solera vieja con esta "moscatel" y le dieran unos años. Temblaría Jerez.

Nota de cata:
Amarillo dorado-viejo, brillante, limpio, reflejos ambarinos.

Nariz apabullante, intensamente perfumada, delicada y fragante, con una elegantísima expresión de fruta ultramadura, escarchada, de hueso (albaricoque) a la que se suma una sensación de fruta exótica asilvestrada que aporta frescor. Hay un enorme peso floral con una explosión de jazmines, retama de olor, hierbabuena, flor del limonero, zarzal... De fondo se perciben finos ahumados y notas avainilladas. Trama seductora, brillante, con un fondo mineral ahumado y un suave retronasal con notas de cacao tostado

En boca es sedoso, elegante, muy sabroso y lleno de equilibrio. Sorprende por su excelente acidez y frescor, con fruta muy madura, dulzona, casi cálida, contrastada por una intensa acidez. Fuerte concentración de uva pasa, tarta al whisky, vainilla, a la que se suman las sensaciones de miel de acacia, fruta escarchada, especias blancas. ¿Dónde está el alcohol? Ni se intuye. Creo que todavía podría ir ganando en unos años en botella mientras pule esa acidez y la integra. Más que un vino de postre es un postre en sí mismo.

Nota personal: 18/20
Relación calidad precio: Excelente
.

2 comentarios:

Vinos de Bulgaria SL dijo...

Quisiera felicitarte por tu blog, ¡uno de los mejores!

VINITERRANEUM dijo...

Gracias por el comentario. Espero que te vaya bien con la tienda de vinos búlgaros y estoy deseando poder probarlos. Lo cierto es que en Barcelona es difícil encontrarlos.

Un saludo,
Viniterraneum