viernes, 31 de octubre de 2008

La Garriga Blanco 2007

Vino: La Garriga Blanco 2007
Origen: D.O. Empordà (Girona, España)
Productor: Castillo Perelada
Variedades: 50% carinyena blanca, 35% chardonnay, 15% sauvignon blanc
Alcohol: 12.6% vol.
Precio: Entre 17 y 20 euros
Enlace de la bodega: www.castilloperelada.com
Más información: Uva de la finca La Garriga, en Mollet de Perelada. Vendimia manual. Fermentación en barricas de 225 litros a baja temperatura y posterior crianza de 10 meses en barricas de roble húngaro, americano y francés Allier con battonage periódico. Producción limitada a 1.970 botellas.

Castillo Perelada es una de esas pocas bodegas que sabe combinar inteligentemente la producción masiva de vinos comerciales con la elaboración de pequeñas joyas que se salen de lo habitual. Para ello no ha escatimado en gastos y poco a poco ha ido recuperando variedades autóctonas e introduciendo de forma experimental algunas foráneas. Hasta el momento conocíamos la colección de Ex Ex (Experiencias Excepcionales) y La Garriga, un monovarietal de "samsó" (cariñena tinta) que ha descubierto esta variedad a muchos de los que la calificaban de inexpresiva y de idónea tan sólo para aportar color a los ensamblajes de variedades nobles.

La Garriga Blanco es el primer vino no tinto de gama alta de la bodega. No es el primer vino español elaborado con "carinyena blanca" pero sí que es el que va a tener más atención pública por poco que se lo propongan sus elaboradores. En un post ya publicado, sobre el Domaine des 1000 Roses Carignan Blanc 2006 ya comenté algunos ejemplos de lo que puede dar esta variedad en el norte de Cataluña y en la provincia francesa del Languedoc-Roussillon. Me gusta la filosofía de Castillo Perelada pero en lo referente a este vino debo introducir algunos matices. Creo que la autenticidad de este vino debería jugarse en el terreno varietal y desgraciadamente ese 50% de "chardonnay" y de "sauvignon blanc" oscurecen una "carinyena blanca" que no acaba de expresarse. Creo que si hubieran sustuido la "carinyena" por "xarel·lo" o "garnatxa blanca" habrían obtenido un producto muy semejante al que tenemos entre manos. Todavía estamos ante un blanco fermentado en barrica que necesitará unos años para redondearse en botella. Por el momento está algo desdibujado pero pinta buenas maneras.

Nota de cata:
De color dorado pálido, muy limpio y brillante, reflejos dorados y verdosos, sin apariencia de grosor.

Nariz de buena intensidad, inicialmente marcado por una barrica que aportan nota dulzonas y suaves ahumados (frutos secos, lías finas) que impiden una mayor expresión frutal. Necesita un rato de aireación para abrirse mostrando recuerdos de fruta exótica (lichis, piña), auvados, melocotón. Alegre y expresivo.

En boca es de medio cuerpo. Sorprende por una correcta acidez y frescura cítrica que contrasta con el aporte del roble, todavía no integrado en el conjunto. En general se trata de un producto cuidado, con gran equilibrio y suavidad. Hay notas cítricas, anises estrellados y mucha fruta tropical. Sabroso pero carente de personalidad diferenciada con otros productos similares. Se bebe con facilidad.

Nota personal: 15/20
Relación calidad precio: Mejorable
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miércoles, 29 de octubre de 2008

Zlatan Otok Plavac Mali Barrique 2004

Vino: Zlatan Otok Plavac Mali Barrique 2004
Origen: Hvarsko Vinogorje (Isla de Hvar, Croacia)
Productor: Zlatan Otok - Zlatan Plenković
Variedades: 100% plavac mali
Alcohol: 14.5% vol.
Precio: Entre 22 y 25 euros
Enlace de la bodega: www.zlatanotok.hr
Más información: Uva seleccionada de diversos viñedos de suelos pedregosos en pendientes pronunciadas de la isla de Hvar. Vides viejas de baja producción con menos de 500 gramos por cepa. Viticultura orgánica siguiendo la normativa de agricultura croata, sin uso de fertilizantes artificiales. Vendimia manual. Maceración de 7 a 8 días. Crianza de año y medio en barricas con duelas nuevas y viejas de roble croata de la región de Eslavonia. Permanece en botella un mínimo de 6 meses antes de ser comercializado.

La vieja discusión sobre dónde se encuentran las mejores parcelas del litoral dálmata en las que cultivar la "plavac mali" continúa siendo una de las preferidas por los viticultores y consumidores croatas. En términos de cantidad de bodegas y calidad de sus vinos no hay duda. Tanto la península de Pelješac (con sus excelentes viñedos de las zonas de Postup y Dingač) como la isla de Korčula son reconocidas como las mejores. Sin embargo, están apareciendo proyectos que comienzan a contradecir la creencia popular. Estas nuevas bodegas están dando un salto de calidad sorprendente basándose en cepas muy viejas, casi improductivas, clavadas heroicamente en bancales imposibles orientados al mar donde la uva madura plenamente. La isla de Hvar y la bodega creada por Zlatan Plenković son un ejemplo de que las cosas están cambiando en Croacia.

Este Zlatan Otok Plavac Mali Barrique 2004 procede de Hvar, una isla dálmata al sur ciudad de Split a medio camino de Dubrovnik, entre las islas de Brac y Korčula. No sé si es un latiguillo turístico pero en Croacia se afirma que esta isla es la más soleada de toda Europa, con una media de 2.730 horas anual, lo que significa 7.5 horas horas de luz diaria. Lo cierto es que la tradición vitivinícola es parte esencial de la cultura local desde que los griegos trajeran las primeras vides en el siglo IV antes de cristo. A finales del siglo XIX la isla tenía 5.750 hectáreas de viñedos, el 19% de su superficie!!! Las cosas han cambiado y el aumento de la población, la presión turística, las políticas estatales durante la etapa socialista que favorecieron la cantidad por encima de la calidad han propiciado el abandono de muchos viñedos. En todo caso, la viña se encuentra por todas partes. Es poco habitual que los habitantes de la isla no emparren los patios o que no te los encuentres a última hora de la tarde trabajando en la entrada de la población sus huertos y sus cuidadas vides.

La historia de Zlatan Plenković es curiosa. Hasta finales de los años 80 maneja algunos pequeños viñedos pero la producción de vino era secundaria e iba destinada al consumo familiar. En esos años Plenković se gana la vida con su barco transportando personas y mercancías a los principales puntos de la isla. Cuando se da cuenta del enorme potencial de su excepcional uva "plavac mali", así como de las variedades autóctonas, "bogdanuša", "parc" o "maraština", decide dedicarse por entero a la viticultura. En 1986 funda la empresa Vitis con intención de producir vino de calidad junto al otro gran nombre de la viticultura de Hvar, el productor Andro Tomić. Sin embargo, no es hasta entrado los años 90 que comienza a embotellar sus primeras añadas.

Los espectaculares viñedos de Zlatan Otok están ubicados en terrazas orientadas al mar de la costa sur de la isla de Hvar, entre las poblaciones de Sveta Nedjela y de Zavala. En algunos casos estas pendientes alcanzan entre 40 y 60 grados de desnivel lo que impide cualquier tipo de mecanización. Los métodos de producción siguen a rajatabla las leyes de producción ecológica y el trabajo es eminentemente manual siguiendo los métodos tradicionales de la región. Plenković no ha escatimado en gastos. Los vinos maduran en barricas de roble en la bodega situada a más de 70 metros, lo que permite mantener una temperatura estable de 12 grados durante todo el año.

Parece que a Gary Vaynerchuk se vuelve loco con este vino, tanto que hasta lo pondrÍA en su mesa el Dia de Acción de Gracias - "HEY GUYS, THIS WINE IS SENSATIONAL...", "THE BEST WINE YOU EVER HAD FROM EASTERN EUROPE" (a partir del min. 10)



En fin, este Zlatan Otok Plavac Mali Barrique se encuentra en un momento magnífico de consumo. Sorprende por su elegancia mostrando que no tan sólo salen buenos ejemplos de "plavac mali" de Postup, Dingač o Korčula. Exige un poco de atención y algo de tiempo abierto (no decantar, por favor) para que vaya respirando pero acaba alcanzado unos registros extraordinarios. Muy buen vino.

Nota de cata:
Picota oscuro, con mucha capa, opaco, borde levemente anaranjado.

En nariz precisa de un rato de apertura para que se acabe de abrir y quitarse un curioso aroma de anchoas, lata de conservas. Se muestra con una potencia poco habitual sin renunciar a la complejidad, sobretodo al abrirse mostrando una enorme tipicidad varietal. Encontramos suaves notas a cacao, con una fruta negra en confitura que lo llena todo (arándanos, saúco), chocolate, tinta china, de fondo gana en aromas de hierbas aromáticas y muchos minerales, con recuerdos a lavanda, orégano, y cantos rodados. Bellísimo.

En boca es sabroso, seco y concentrado. De textura suave, aterciopelada, pero sin perder ni frescura ni potencia. Es concentrado como la noche, potente, duro, con mucha verdad, y con una fuerte acidez que contrastan con una fruta que aporta toques de dulcedumbre. Los taninos son redondos, esféricos, cálidos y firmes, dotando al vino de una estructura nada habitual. Lleno de fruta dulzosa, sabroso, muy grato de beber. Redondo.

Nota personal: 17/20
Relación calidad precio: Buena
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jueves, 23 de octubre de 2008

Prestige Kalecik Karasý 2003 Tinto

Vino: Prestige Kalecik Karasý 2003 Tinto
Origen: Ankara (Turquía)
Productor: Kavaklidere Şaraplari
Variedades: 100% kalecik karasý
Alcohol: 13% vol.
Precio: Entre 15 y 20 euros
Enlace de la bodega: www.kavaklidere.com
Más información: Vendimia manual y mecánica. 12 meses de crianza en barrica de roble francés.

Hace unos meses hablé de las posibilidades de la viticultura turca aprovechando que había abierto un Kavaklidere Öküzgözü 2004, producido en la provincia de Elazığ, al este del país. En aquella ocasión ya comenté que la monumental cantidad de variedades autóctonas de este país nos iría deparando alguna que otra sorpresa en el futuro. Se suele afirmar que Italia y Portugal son el granero ampelográfico de Europa, que cada uno de estos países tiene más de 500 variedades de uva propia. Pues imaginemos un país como Turquía, con 800.000 km2 de territorio y todo tipo de climas, aislado de Europa durante siglos, que no sufrió la filoxera y que es la quinta mayor productora de uva del mundo... El consumo de vino apenas alcanza 1 litro por persona/año lo que ha propiciado que la gran mayoría de la vendimia se dedique al mercado local de la uva pasa. Esto ha significado por añadidura que a ningún iluminado se le haya ocurrido hacer una selección-extinción varietal en razón de la cantidad de producción, la resistencia a las pandemias, los gustos coyunturales del consumidor, la demanda del mercado, etc. (tal y como ha sucedido en toda Europa). Quizás ha llegado el día en que comencemos a mirar un poco más hacia oriente.

La "kalecik karasý" es una variedad de uva autóctona turca que también da nombre a los tintos que se vinifican con ella. Se cultiva en el lejano distrito de Kalecik, en la región central de Anatolia. Los mejores viñedos se encuentran cerca del río Kızılırmak, llamado Halys durante el imperio persa y que servía de frontera formal entre Reino de Lidia, de influencia helénica, y la civilización persa. Así pues no es de extrañar que hasta este última frontera de la cultura griega llegaran las vides y su cultura. Los viñedos se benefician del microclima aportado por las aguas del Kızılırmak que es más templado que el clima continental de la Anatolia central.

Durante siglo, el valle de Kızılırmak era conocido en el resto del país por la calidad de su vinos. La población armenia que durante siglos se asentó en esta diminuta región fueron los principales protagonistas de su cultivo. Esta tradición se vio interrumpida con el genocidio armenio iniciado por el Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial que obligó a los agricultores a abandonar su tierra. El cultivo de la uva fue tan negligente por parte de la población musulmana que estuvo a punto de desaparecer. Afortunadamente expertos franceses en colaboración con la Facultad de Agricultura de la Universidad de Ankara recogieron a tiempo algunos ejemplares de esta variedad para crear pequeños viñedos que garantizaran su supervivencia.

La bodega Kavlaklidere fue la primera interesada en recuperar esta variedad de calidad para elaborar unos de sus primeros vinos jóvenes, el Ancyra (Ankara en griego). El éxito de la uva ha sido tan importante en las últimas década que su cultivo se ha generalizado hasta tal punto que ya se identifica con la viticultura de Ankara. Su uso se ha multiplicado en la elaboración de vinos de mesa y en los familiares, tan habituales en un país donde la comercialización de vino viene grabado todavía con una tasa de impuestos del 300%. El éxito obtenido la ha llevado a otras regiones del país con climas similares, como es el caso de la región de Denizli, al este del país. Bodegas como Kayra han conseguido buenos ejemplos de tintos de "kalecik karasý", aunque algo más cálidos y mediterráneos que los provenientes de los viñedos del valle de Kızılırmak.

Este Prestige Kalecik Karasý 2003 es un tinto diferente, sutil y que por su poca pigmentación y fragilidad aromática, con cueros, grosellas y flores marchitas nos recuerda en algunas cosas a la "pinot noir". Tiene un perfil diferenciado del resto de vinos turcos, menos concentrado, con taninos suaves y una capacidad de envejecimiento fuera de lo habitual. Habrá que seguir su desarrollo en los próximos años.

Nota de cata:
Rubí ambarino de media capa, luminoso, reflejos rojizos y anaranjados. Parece un vino viejo.

En nariz se muestra suave y levemente evolucionado. Hay una buena cantidad de fruta roja en licor (cerezas, grosellas, guinda, madroño, tomate seco), con aromas a caja de puros, ceniza, marroquinería, cedro. La crianza en segundo plano aporta notas de café torrefactado, cacao. Muy agradable.

En boca es sedoso y sutil. Entrada suave y fresca, con unos taninos pulidos, esféricos, que aportan una sensación de elegancia al conjunto. La fruta en confitura va acompañada de notas especiadas, ahumados y finas notas amargosas a zarzal, grosella fresca, mentolados. Sabroso y con mucha personalidad.

Nota personal: 14.5/20
Relación calidad precio:
Correcta
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martes, 21 de octubre de 2008

Daniel Bessière Collection Picpoul de Pinet 2007

Vino: Daniel Bessière Collection Picpoul de Pinet 2007
Origen: A.O.C. Côteaux du Languedoc (Hérault, Francia)
Productor: Maison Bessière
Variedades: 100% picpoul de pinet
Alcohol: 12.5% vol.
Precio: Entre 3 y 4.5 euros
Enlace de la bodega: www.bessiere.fr
Más información:

Maison Bessière es una de las bodegas más populares del Languedoc-Roussillon. Desde su fundación a principios del siglo XX ha trabajado de forma ininterrumpida con los productores de la región y se ha ido adaptando a los nuevos tiempos. En sus primeros años, cuando aún no se había generalizado el embotellamiento, su principal ocupación se centraba en la comercialización de grandes cantidades de vino para el mercado francés en tinas de madera de 600 litros (demi-muids). La otra parte de la producción se destinaba a las colonias francesas de ultramar y africanas expediendo barricas de castaño de 225 litros desde el puerto hermano de Sète. Su magnífica ubicación en la población de Mèze, donde se encuentra la bodega familiar, al otro lado del Étang de Thau, a medio camino entre Béziers y Montpellier, era el reclamo perfecto para colaborar con los antiguos marchantes de vinos.

En la actualidad la firma Maison Bessière sigue exportando buena parte de su producción. La globalización de mercados la han convertido en uno de los grandes monstruos embotelladores del sur de Francia. Su amplia cartera de vinos prácticamente lo abarca todo, un sinnúmero de vinos sencillos, comercializados bajo el sello genérico de Vinos del País, en su gran mayoría elaborados con un solo varietal, destinados al turismo masivo y poco exigente en cuestiones vinícolas que cada verano asola las playas del Rosellón y de la Aquitania. El éxito está asegurado. Estos vinos baratos, con corchos sintéticos y de rosca, han conseguido inundar como un tsunami las baldas de los supermercados asegurando el éxito de ventas y la continuidad de la familia Bessière al frente del negocio. De todos los productos los más interesantes se encuentran en la gama de productos Collection, y de todos ellos el mejor es este monovarietal de "picpoul de pinet".

Esta variedad blanca es autóctona y minoritaria en la franja del litoral mediterráneo desde la zona provenzal de Alès y Nîmes hasta el sur de Tarragona. Se suele confundir con la "folle blanche", con la que se elabora el cognac, ya que también recibe el nombre de "piquepoult". En todo caso, en Cataluña se pueden encontrar algunas viejas vides en la zona del Priorat, en la comarca del Bages donde se está recuperando como uva enseña de la D.O. junto a la casi desaparecida "picapoll negre" en plena experimentación por parte de la Bodega Abadal. En el Ampurdán participa como varietal minoritario en algunos ensamblajes pero ya hay bodegas que la están recuperando como es el caso del recién aparecido Perafita Picapoll producido por el Celler Martín Faixó.

Tradicionalmente se ha tratado de una uva a la que nadie prestaba más atención que los pocos agricultores que aún la mantenían viva. Sus vinos eran considerados como ácidos, faltos de estructura, recomendables únicamente para los meses de calor, excelentes acompañantes del pescado y del marisco cultivado en los étang que rodean la Côte Vermeille francesa. Esta situación parece estar en vías de cambio y ya comenzamos a tener ejemplos más que dignos de esta variedad. El Collection Picpoul de Pinet 2007 es una excelente muestra de que estos blancos baratos tienen mucho que ofrecer. Nos encontramos con unos blancos desacostumbradamente fresco y de baja graduación alcohólica (no suelen superar los 11%-11.5% vol). En sus primeros meses suelen presentar un característico pétillant y una fina amargor que en caso de conseguir una buena maduración fenólica pueden llegar a ser auténticas bombas frutales, muy lejos de ese perfil anodino y falto de personalidad con el que se les ha identificado.

Nota de cata:
Intenso amarillo limón, reflejos verdosos, algo turbio y con mucha extracción de color (¿larga maceración?).

En nariz se muestra inicialmente suave, casi de media intensidad. Tras media hora de apertura se abre a los cítricos, a notas de fruta blanca y de pulpa madura (peritas de San Juan, manzanas horneadas), con una enorme cantidad de fruta exótica (piña almibarada, melocotón, rambután, lichis). Potente, también hay notas de fruta de hueso madura (melocotón, ciruela claudia), con cítricos dulces y finas notas mentoladas de fondo a las que se suman apuntes dulzosos (acacia, hierbabuena, membrillo) y unas finísimas sensaciones especiadas. Exhuberante, extraordinaria expresión de "picpoul de pinet" que nada tiene que ver con esas levaduras extrañas tan habituales en los blancos de expresión exótica. Huele a pinar mediterráneo, a garrigas, a peras, a retama de olor, ginesta...

En boca es seco y muy grueso. Inicialmente destaca la acidez cítrica y los amargosos que dan paso a un blanco más sabroso, lleno, muy maduro, con sensaciones de fruta almibarada, fruta exótica (piña) con unos frescos amargosos. Todo esto arropado por una acidez cortante que contrarresta una marcada dulzor general y una cantidad desbordante de fruta. Con todas las diferencias posibles recordaría en algunas cosas a un Tokaji.

Nota personal: 16/20
Relación calidad precio: Excelente
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lunes, 20 de octubre de 2008

El Titán del Bendito 2005

Vino: El Titán del Bendito 2005
Origen: D.O. Toro (Zamora, España)
Productor: Dominio del Bendito
Variedades: 100% tinta de toro
Alcohol: 15.65% vol.
Precio: Entre 30 y 35 euros
Enlace de la bodega:
Más información: Elaborado con cepas de pie franco de una edad comprendida entre los 50 y 100 años en el Pago La Jara, a unos 700 metros de altitud. Viticultura orgánica, vendimia manual. Remontado y pigeage en depósitos de hormigón. Criado durante 20 meses en barricas de roble. Producción limitada a 4.904 botellas de 75 cl.

Alguna cosa deben tener los viejos viñedos de Toro para atraer con tanta fuerza la atención del mundillo y de la farándula vinícola francesa. Hace unos cuantos meses nos enteramos de la loca compra, a golpe de talonario y de millones de euros, por parte del grupo Louis Vuitton-Möet Hennessy sobre la bodega Numanthia Thermes. Gerard Depardieu en un acto teatral ya hace tiempo que desembarcó en Toro junto a su socio Bernard Magrez, principal distribuidor de vinos francés y propietario del Château Pape Clément en Burdeos, comprando la correspondiente bodega para elaborar entre otros el carísimo Spiritus Santis. Lo mismo sucede con la familia Lurton que va extendiendo sus globalizados tentáculos por todas las regiones vinícolas españolas y ya produce, eso sí, dos magníficos tintos de Toro, el Albar y el Excelencia, en la población de Vilafranca del Duero.

Lejos de estos nombres de campanillas también han llegado otros que sin tanto dinero ni pirotecnia están sabiendo extraer lo mejor de esa fantástica "tinta de toro" local. El enólogo bordalés Jean-François Hébrard fue uno de los primeros. Desde 1999 está trabajando en la bodega Quinta de la Quietud y de su mano han ido llegando otros paisanos suyos. De éstos, uno de los más interesantes es Antony Olivier Terryn, el alma máter de la bodega Dominio del Bendito, que es el centro de este post. Este vigneron de Toro, como le gusta llamarse, se ha instalado en la provincia de Zamora atraído por el enorme potencial de unas cepas viejísimas después de viajar por todo el mundo en busca de un terruño excepcional donde hacer realidad su sueño. Tras un periodo de aclimitación para tomarle el pulso a la región acabó adquiriendo, aconsejado por los pequeños productores locales, 8 hectáreas de viñedos viejos de baja producción en el pago de La Jara.

Tuve la oportunidad de conocer a Antony Terryn hace un par de años en una presentación de vinos en Barcelona. En un rincón y sin hacer ruido presentaba sus tres primeros vinos producidas en Toro: el Titán y dos tintos de 12 y 6 meses de crianza bajo el nombre de Dominio del Bendito. Ya por aquel entonces me pareció que la suya era una de las propuestas a seguir por la pureza y el cariño que mostraban cada uno de sus caldos. Todos sus vinos están cortados por un mismo patrón: mucha extracción y concentración, fuerte expresión varietal, una buena dosis de crianza sin que ésta condicione la expresión frutal y la firme sensación personal de que estamos ante unos vinos que no son ni la sombra de lo que llegarán a ser en un largo periodo de guarda.

Este Titán del Bendito está llamado a ser uno de los grandes de nuestro país. La primera sensación es de encontrarnos ante uno de esos potentes vinos de Toro, como el Termanthia, el 2V Premium, Campo Eliseo, Liberalia 5, El Albar Excelencia, Pago la Jara... A pesar de las enormes diferencias entre todos ellos sí que podemos decir que se está configurando un "star system" de tintos locales. Supongo que en unos años podremos saber quién es quién y cuáles son los elegidos pero si tuviéramos que apostar por alguno de ellos, no lo dudéis, a ponerlo todo por este Titán.

Nota de cata:
Impresionante picota oscuro, impenetrable, ribete violáceo, finas lágrimas tintadas.

En nariz se muestra desbordante con una intensidad poco habitual, lleno de fruta negra madura (arándanos, zarzamora, bayas de saúco) con unos tostados presentes y una leve sensación de roble nuevo. Hay notas de regaliz (palodul), cacao fino, especias, hierbas de monte, y un suave aporte mineral a piedra y cantos a la que se suman poco a poco un fondo perfumado muy floral (violetas, pétalos, geranio). Retronasal tostados con suaves balsámicos (zarzal). Excesivamente joven todavía y por acabar de concretar su perfil.

En boca es muy potente, carnoso, dotado de un bella estructura. Los taninos se muestran secos y algo marcados por su paso en roble, necesitan redondearse para perder cierta agresividad. Conjunto con gran peso frutal, elegante, confitado, sabroso, con un punto de dulcedumbre que contrasta con cierta agresividad y juventud en la que todavía se haya. Dotado de una inmensa acidez y notas amargosas que se prolongan en un final notable, muy rico. Necesita de algunos cuantos años de reposo pero con enorme potencial de mejora. Por el momento le sobra músculo. Promete mucho.

Nota personal: 17/20
Relación calidad precio: Correcta
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jueves, 9 de octubre de 2008

Quinta Senhora da Ribeira Vintage 2004

Vino: Quinta Senhora da Ribeira Vintage 2004
Origen: D.O.C. Porto (Douro, Portugal)
Productor: Silva & Cosens Lda. - Symington Family States
Variedades: 75% vinha velha (touriga nacional, tinta barroca, tinta roriz, tinta cão, y otras uvas tradicionales del Valle del Douro), 25% touriga franca (plantada en 2001)
Alcohol: 20% vol.
Precio: Entre 30 y 35 euros
Enlace de la bodega: www.dows-port.com
Más información: Vendimia manual efectuada entre el 20 de septiembre y el 6 de octubre. Criado durante 2 años en barricas de roble.

La familia Symington siempre ha mantenido que la complejidad de sus Porto Vintage proviene de la excepcional ubicación de sus mejores fincas en el Alto Douro y del equilibrio alcanzado con los ensamblajes de los vinos obtenidos de las mismas. Así que, para los pobres mortales, para los angustiados compradores siempre es una alegría que la empresa no declare el año como Vintage y destine la producción de las fincas a la elaboración de sus vintages de quinta. Y razones hay para ello.

La firma Dow's comercializa dos portos de finca, el Quinta do Bomfim y el Quinta Senhora da Ribeira. No sabría decir cuál es el mejor de los dos. Ambos son portos excepcionales y EMHO nada tienen que envidiar al Dow's Vintage. Quizás el Bomfim sea menos accesible y algo más concentrado y hermético, lo que impide su pleno disfrute durante sus primeros años de vida. En todo caso, en cada uno de estos Portos se pueden reconocer las características que han hecho famosos a los vinos de la bodega. Todos ellos tienen un perfil austero, extraordinariamente secos y "aparentemente" menos atractivos que otras grandes firmas gracias a una limitadísima retención de azúcares. Lo que en un principio podría ser considerado como un defecto acaba siendo la gran virtud de la casa. Son vinos de largo recorrido, diáfanos y sin necesidad de esconder sus defectos bajo las suaves notas dulzonas, con fuerte capacidad de evolución, concentrados, intensos, cargados de taninos firmes, que exigen de paciencia y guarda por parte de quienes tienen la suerte de hacerse con una botella.

De manera objetiva sí que podemos decir que el Vintage de Quinta tiene alguna ventaja respecto al Dow's Vintage. La primera es el precio, sensiblemente inferior, entre 15 y 20 euros menos. Además, la presión compradora sobre ellos es menor. Incluso en los mejores años, en aquellos en que la decisión de no declarar Vintage ha sido del todo desacertada por parte de la bodega, los portos de Quinta consiguen mantenerse al margen de la subida de precios. Es posible hacer con alguna buena añada de los 90 por unos pocos euros más que la última aparecida en el mercado.

En cuanto a este Quinta Senhora da Ribeira Vintage 2004 podemos decir que estamos ante un vino de Porto telúrico y fuera de lo habitual, aunque todavía está en un momento de excesiva juventud. Necesitado de muchos años de guarda, pero muchos. Nada dado a la autocomplacencia, se impone a la paciencia. Es aconsejable una decantación previa y permitirle respirar unas horas antes de servirlo. Lo suyo es acompañarlo de chocolate amargo.

Nota de cata:
Espectacular zaino, impenetrable, pura noche, ribete casi inexistente, una fina línea violácea casi imperceptible en el borde tinta la copa.

Austero y contradictorio. Encontramos aromas muy concentrados aunque sin desplegarse plenamente. De carácter elegante y poco accesible, predominan las notas de fruta roja y bayas (guindas, cerezas, endrinas, escaramujo, ciruelas) junto con sensaciones vegetales y un marcado recuerdo químico, casi medicamentoso. Con más tiempo y echándole más imaginación aparecen notas florales (violetas) y recuerdos minerales, casi a grafito, con toques de monte mediterráneo y hierbas aromáticas.

En boca expresa el carácter habitual de los Dow's. Potente, grueso, especiado, lleno y muy seco. Te mancha la boca con tanto tanino y color. Máxima concentración. Dotado de una enorme estructura y un recorrido excepcional. Lleno de taninos vigorosos, intratables, junto con una acidez intensa a la que se le suma un torrente de fruta fresca. Final intenso, con notas minerales, cacao amargo (raspado), pimienta, amargosos.

Nota personal: 18/20
Relación calidad precio: Buena
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miércoles, 8 de octubre de 2008

Quinta das Cerejeiras Reserva 2003

Vino: Quinta das Cerejeiras Reserva 2003
Origen: D.O.C. Óbidos (Estremadura, Portugal)
Productor: Companhia Agrícola do Sanguinhal
Variedades: 40% castelão, 30% touriga nacional, 30% aragonez
Alcohol: 14% vol.
Precio: Entre 5 y 8 euros (botella de 37.5 cl)
Enlace de la bodega: www.vinhos-sanguinhal.pt
Más información: Vendimia manual. Fermentación en cuvas de roble durante 15 días. 24 meses de crianza en toneles de roble usados. Permanece embotellado durante un periodo de 2 a 3 años antes de ser comercializado. 27.300 botellas producidas de 75 cl.

Después del último post, y con un ligero mal sabor de boca dejado por ese monstruoso icewine achampañado canadiense pensé en darme un pequeño homenaje y atacar un valor seguro. Este Quinta das Cerejeiras (Finca de los Cerezos) es uno de los valores refugio del panorama vinícola portugués. Y tratándose de Portugal ya es mucho decir... Un tinto clásico, de los de toda la vida, sólido, sin fisuras, cimentado en la tradición y en el excelente saber hacer de la bodega. A pesar de los sucesivos cambios que han experimentado las últimas añadas quienes gustamos de él nunca nos hemos sentido defraudados.

La Companhia Agrícola do Sanguinhal es una de las más antiguas bodegas embotelladoras de todo Portugal. Se encuentra ubicada en la región de Estremadura, una estrecha franja costera de unos 30 quilómetros de amplitud entre Lisboa y la ciudad de Leira. La zona comprendida dentro de la Denominación de Origen Óbidos se ha significado durante años como la principal productora de vinos de calidad de la región con el permiso de los blancos de "arinto" de Bucelas y los longevos tintos de la variedad "ramisco" de Colares. El resto de las DD.OO. siguen manteniendo una estructura más propia del pasado que de sus enormes posibilidades reales. La mayor parte de sus cosechas se destinan a graneles y marcas blancas de grandes cadenas de alimentación. No hay grandes motivos para la esperanza. A la enorme presión demográfica ejercida por Lisboa, que ha dificultado la supervivencia de muchas de los mejores viñedos, hay que sumar la competencia de los tintos de la región del Riabatejo (18 en el plano). En todo caso, se trata de una de las regiones vinícolas lusas más desconocidas en nuestro país.

El Quinta das Cerejeiras viene siendo producido sin interrupción desde el siglo XIX, lo que le convierte en una de las marcas más antiguas de Portugal. A principios del siglo XX se exportaba a Brasil bajo el nombre de Quinta dos Mirantes. El cambio de propietarios propició que éstos le dieran el nombre actual en 1926, comercializándolo con la misma presentación (la clásica etiqueta anaranjada, botella borgoñona) hasta nuestros días.

De este vino me gusta casi todo. Sólo se produce los años en los que la cosecha alcanza una calidad especialmente buena. En los últimos 20 años apenas han aparecido 6 añadas en el mercado (1990, 1995, 1996, 1998, 2001, 2003). Respecto a las añadas de los años 90 se aprecia una reformulación del vino, rejuveneciéndolo pero sin perder las señas de identidad que lo han caracterizado. El primer cambio se ha visto en una más pronta salida en el mercado, sin esperar a los tres y cuatro años en el botellero a los que nos tenía acostumbrado la bodega. Nos encontramos un tinto con mayor cantidad de fruta y fragancia, pero que sigue sin perder su identidad. El ensamblaje también se ha visto modificado. Se ha rebajado el porcentaje mayoritario de la variedad "castelão" (también conocida como "periquita", la más cultivada en Portugal) introduciendo la "touriga nacional" y la "aragonez" ("tempranillo") a partes iguales.

Con este Quinta das Cerejeiras 2003 se viene a consolidar el tránsito hacia un perfil más joven y algo menos "envejecido" que ya se iniciara en el 2001. Hay quizás un poco más de viveza, concentración y robustez pero sin abandonar las características clásicas de este caldo: una sobriedad nada dada a la espectacularidad que ralla la rusticidad, con mucha fruta en compota, notas de bombón inglés, licor, taninos sedosos, todo ello con una envoltura de suavidad y delicadeza. Por 11 euros la botella es una excelente compra. Además, la bodega embotella 10.000 medias botellas de 37.5 cl. lo que es ideal para acompañar cualquier comida. Para los nostálgicos aún nos queda el segundo vino de la finca, el Quinta do Sanguinhal, que en la actualidad se comercializa en su añada del 2000. Un tinto con menos crianza en roble pero de enorme redondez y gran capacidad de envejecimiento que sigue manteniendo un alto porcentaje de "castelão" junto el habitual ensamblaje con "tinta miúda" y un poco de "cariñena".

Nota de cata:
Rubí granatoso de capa media-alta, luminoso, reflejos cobrizos y anaranjados, borde teja.

En nariz es un caldo que recuerda en muchas cosas a las antiguas añadas, con signos evidentes de sobremaduración, hollejos, especias, algo de regaliz. Hay una notable cantidad de fruta negra y roja en licor, guindas, compota de naranja y suaves amargosos, a los que se le suman curiosos detalles que recuerdan a un Barolo (té de roca, alquitrán, pétalos de rosa). De fondo se intuye la barrica vieja, envinada, con notas achocolatadas, frutos secos de fondo. Gana en profundidad e intensidad con las horas.

En boca es de cuerpo medio, muy seco y serio, de carácter amargoso. Ha ganado en juventud y franqueza aunque hay una leve sensación de sobremaduración frutal que contrasta con su marcada acidez. El trato de la barrica recuerda a los riojanos López de Heredia. Aparecen finas notas balsámicas (hierbabuena) que se moderan en boca con elegancia, taninos marcado, algo verdes. Final armonioso, con un grato matiz tostado a chocolate. Todavía tiene unos años por delante para ir ganando en matices reductivos y para que se pulan algunas aristas de la acidez así como que se redondeen los taninos, excesivamente amaderados y secos en este momento. Se puede disfrutar desde ya, pero en 2-3 años estará redondito. Buen vino, sí.

Nota personal: 16/20
Relación calidad precio:
Muy buena (botella 75 cl.) / Excelente (botella 37.5 cl)
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martes, 7 de octubre de 2008

Creando a Frankenstein o Pillitteri Estates Sparkling Vidal Icewine 2003

Vino: Pillitteri Estates Sparkling Vidal Icewine 2003
Origen: V.Q.A. Niagara Peninsula (Ontario, Canada)
Productor: Pillitteri Estates Winery
Variedades: 100% vidal
Alcohol: 10% vol.
Precio: Entre 45 y 50 euros (botella de 37.5 cl)
Enlace de la bodega: www.pillitteri.com
Más información: La vendimia, manual, se fue retrasando hasta el 2 de enero de 2004 cuando se alcanzaron temperaturas mínimas adecuadas de -8 grados y se completó el 18 del mismo mes. Prensado con el fruto congelado en los lagares de la bodega. Fermentación en depósitos de acero inoxidable durante 2 meses a temperatura controlada (15 grados). El caldo ha permanecido en contacto con sus lías durante 6 meses. Posteriormente se usó el método Charmant (también conocido como "méthode cuve close") realizando la segunda fermentación dentro de grandes recipientes cerrados y resistentes a las altas presiones. Embotellado a 5 atmósferas de presión. 190 gramos de azúcar residual por litro. Según la bodega este espumoso irá ganando en complejidad los próximos 10 años.

Desde que inicié este blog me autoimpuse unas pocas condiciones que tenían que cumplir los posts. Hasta el momento las he intentado seguir y centrarme en exclusiva en los vinos de origen mediterráneo y en aquellos cuyas características se asemejen (variedades, elaboración, climas). Ya existen un gran número de blogs que hablan de vinos y muy pocos que presten atención a los meridionales. Sin embargo desde hace unas semanas me he planteado ampliar los limitados horizontes de esta web dando cabida de forma periódica algunas referencias que no le son propias pero que ilustren algún aspecto interesante.

Aprovechando que llevo unas semanas sin publicar por cuestiones de trabajo y de viaje he tenido la oportunidad de probar algunos vinos curiosos y que se escapan a lo habitual. Sin duda alguna este icewine canadiense vinificado como champagne es el más monstruoso de todos, un auténtico engendro del Dr. Frankenstein, que nos ilustra de la locura en el que está metida este globalizado mundo de los vinos. Veamos cómo...

Pillitteri Estates es un bodega canadiense fundada en 1993 por el viticultor siciliano Gary Pillitteri, quien se centra en la elaboración de una interminable gama de vinos con todo tipo de elaboraciones y de variedades europeas: chardonnay, sémillon, pinot noir, gamay, cabernet sauvignon, cabernet franc, merlot, syrah, riesling, gewürztramminer, pinot grigio, etc. Y es que a Gary Pillitteri lo de menos es más le debe sonar a chino. Lo mismo elabora un icewine de "syrah" al más puro estilo alemán que una vendimia tardía con "cabernet sauvignon".

La bodega está ubicada en la Península de Niágara, un estrecho margen de tierra limitado entre los lagos Erie y Ontario y la frontera de Estados Unidos en Nueva York. Su clima se asemeja en muchas cosas al de la Borgoña y la privilegiada situación entre lagos favorece una mayor insolación y una protección natural de los fríos inviernos. Ello favorece no sólo la posibilidad de vinificación clásica sino que también permite el uso de variedades híbridas fruto del cruce de la vitis vinifera con cepas americanas. Este es el caso de la "vidal" (variedad blanca fruto del cruce de la francesa "ugni blanc" o italiana "trebbiano" con la "seibel 4986", también conocida como "rayon d'or") y la "chambourcin" (misteriosa uva tinta derivada del cruce de decenas de variedades americanas con otras tantas francesas).

No contento con ello desde el año 2002 la bodega ha decidido rizar el rizo y dar un paso más en su eclecticismo. Para ello ha entrado en el mundo de los sparkling, espumosos, elaborados a base de icewine. Y lo mejor es que los acaba vendiendo a 50 euros la media botella, al extravagante precio de un Dom Perignon, consiguiendo un éxito brutal en los restaurantes de Asia. Unos restaurantes que sin pudor multiplican por tres el precio a sus clientes. Al menos, esa es mi experiencia...

¿Qué más podemos esperar de la familia Pillitteri en el futuro? Yo diría que cualquier cosa. Han encontrado una fórmula que funciona: paralelo 43 + microclima + tecnología y mucho laboratorio + elaboración a la carta + producciones limitadas + público snob y hasta algo friki + precios de escándalo = Doctor Frankenstein se forra

Nota de cata:
Espectacular dorado viejo, parece membrillo, con fuerte desprendimiento de carbónico al servicio. En copa es escaso pero marcado por un correcto perlado, burbuja algo gruesa. Sensación de intenso grosor, movimiento glicérico.

En nariz es difícil de describirlo por su curiosa elaboración. No es que sea un vino potente, es como un puñetazo. Sensaciones muy cambiantes al acabar de descorcharlo dando inicialmente notas de mondaduras de peras y manzanas dulces harinosas, con toques de hueso a melocotones, albaricoques. Sigue abriéndose a la fruta exótica (mango, papaya, plátano macho) siendo cada vez más dulce. Aparece el membrillo natural y sobretodo una nítida e inédita expresión a guayaba, quedándose en esa fruta dulce durante toda la cata. Vino de carácter dulzoso, con un sinfín de información de fondo (sidra amargosa, miel de tomillo, acacia, flores blancas, fruta verde, especias). El conjunto se muestra explosivo y excesivo, sin mostrar ninguna de las sensaciones de un espumoso (levaduras, lías, marchitos, tostados, frutos secos...).

En boca no se parece a nada de lo probado hasta el día de hoy. Entrada brusca y desequilibrada marcada por un carbónico impetuoso, muy vivo, que se ve matizado por la dulzor del vino y una marcada acidez. En esto sí que tiene el carácter de un icewine. Al tacto es oleoso (parece un px de añada), lleno de fruta exótica muy dulce (guayaba, mango, dulce de murucuyá) matizada por el frescor del carbónico. Potente y extremadamente sápido, con un tacto parecido a la miel y una riqueza en azucares que lo eternizan en boca, apareciendo unas notas especiadas a galleta de jengibre. Curioso y diferente, aunque excesivamente caro.

Nota personal: No puntúo
Relación calidad precio:
Una locura (100 euros, 75 cl.)
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