lunes, 23 de febrero de 2009

Arvum 2005

Vino: Arvum 2005
Origen: D.O.C. Rioja (La Rioja, España)
Productor: Bodegas Escudero
Variedades: 100% vidau (40% tempranillo, 40% garnacha, 20% otras)
Alcohol: 14% vol.
Precio: Entre 40 y 45 euros
Enlace de la bodega: www.bodegasescudero.com
Más información: Viñedos centenarios de suelos arcillo-calcáreos muy pedregosos de la finca Cuesta de la Reina, a una altitud entre 500 y 700 metros de la ladera sur del monte Yerga. Dos podas en verde (junio y agosto) con posterior vendimia manual escalonada por variedades, con selección en viña, desde principios de octubre a noviembre. Vinificación en depósitos de acero inoxidable usando levaduras autóctonas. Crianza en barricas de roble francés Allier y rumano durante 17 meses, con 5 trasiegos. Embotellado el 16 y 17 de julio de 2007. Producción limitada a 25.000 botellas.

Bodegas Escudero es una empresa familiar con más de 150 años de trayectoria. Se encuentra ubicada en la población de Grávalos, en la comarca de Cervera del Río Alhama, límite suroriental de la Comunidad Autónoma de La Rioja donde se une con las provincias de Navarra y Soria. Esta zona de la Rioja Baja es muy accidentada, surcada por multitud de barrancos que hacen de la viticultura una de las escasas actividades agrícolas. La zona goza de un clima privilegiado, de carácter mediterráneo templado, con inviernos muy fríos y veranos cálidos pero temperados por un fuerte contraste térmico noche-día. El "cierzo" es el viento predominante aportando temperaturas muy frías en invierno y escasez de agua, pero cuando lo hace suelen ser abundantes y sostenidas. El otro viento, el "bochorno", es cálido y seco permitiendo un perfecto estado sanitario de las uvas.

Al frente de la bodega se encuentran los hermanos Escudero, dos tipos infatigables y empeñados en ampliar el negocio produciendo vinos que sean fiel reflejo de los suelo de donde provienen. Para ello se han embarcado en una apuesta por la modernidad con la producción de vinos de corte moderno. Al tradicional vino de la bodega, Solar de Bequer, hay que sumar uno de los mejores cavas riojanos, el Dioro Baco Extra Brut, un espumoso monovarietal de "chardonnay". Además, cuentan con 20 hectáreas más en la localidad de Pradejón, cerca de Calahorra, con los que elaboran los vinos de la Bodega Valsacro. La mayor parte de esta viña es vieja dando vida a dos interesantes vinos: Valsacro Dioro y Vidau (tempranillo y garnacha). La última de sus apuestas se ubica en la vecina Navarra bajo el sello de Bodegas Logos, donde se trabaja con "garnacha", "cabernet sauvignon" y "tempranillo".

La principal peculiaridad de este Arvum 2005 se encuentra en los viejos viñedos de vidau que proporcionan la materia prima para su elaboración. El vidau responde a la antigua práctica riojana, casi desaparecida, de uso del territorio agrícola plantando juntas diversas variedades de uva, con el propósito de buscar un equilibrio entre todas ellas a la hora de elaborar los vinos. Estos viñedos suelen tener características comunes. Se ubican en las zonas con suelos más pobres y por tantos con unas producciones escasas que los hacen poco recomendables y rentables para la comercialización. La mayor parte del vino era destinado al consumo familiar de los viticultores. Las vides son viejas, en muchos casos centenarias y prefiloxéricas, y difíciles de clasificar. Se pueden encontrar todo tipo de variedades, principalmente autóctonas pero también foráneas (en ocasiones ni siquiera reconocidas por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen), tal y como sucede con el Arvum 2005 que tiene un diminuto porcentaje de "monastrell", variedad de origen levantino.

El resultado final es un tinto que aúna cierta tradición y modernidad a partes iguales. Redondo y concentrado, con una crianza que aporta un toque goloso al conjunto pero sin esas largas infusiones de roble a las que se sometían los clásicos Rioja y que acababan por diluir las características del terruño. Tampoco lo situaría en el grupo de los "nuevos Rioja" (Roda, La Nieta, Pagos Viejos de Artadi), la cosa no va por ahí. Tiene el curioso encanto de lo diferente y la reconocible huella de lo conocido, de aquellos vinos de toda la vida. En definitiva, mucho vidau y mucho terruño al que habrá que permitir unos años de guarda para que se redondee. Los tintos de Rioja siguen en los alto de nuestros vinos y razones no les falta.

Nota de cata:
Guinda picota de capa alta, casi opaco, limpio, borde granatoso oscuro, lágrima tintada.

Aromas de buena intensidad, expresivo y con notable concentración de fruta negra madura (mora, frambuesa negra) sobre un fondo de madera tostada de calidad. Conjuga frescura y golosidad a partes iguales con un fino fondo mineral en el que se adivina un fragante toque floral.

Elegante en boca, equilibrado y fresco, jugoso, dotado de una sólida estructura y nervio. Vivo y voluptuoso a la par, con una acidez afilada aún por pulir. El conjunto está dominado por una muy correcta expresión frutal presentando ésta una nota de dulcedumbre que aporta elegancia y equilibra unos taninos levemente duros en este momento. Muy sabroso, elegante, concentrado, con sensaciones de especias negras y un final notable, frutoso aunque algo tánico en este momento. Mejorará con un tiempo de guarda. Va ganando en dulzor, fruta y presencia del roble a la que se oxigena un poco. Elegante y no exento de profundidad y potencia. Gran vino.

Nota personal: 17/20
Relación calidad precio: Floja
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martes, 10 de febrero de 2009

Peregrino 14 2005

Vino: Peregrino 14 2005
Origen: D.O. Tierra de León (Castilla y León, España)
Productor: Bodegas Gordonzello
Variedades: 100% prieto picudo
Alcohol: 14% vol.
Precio: Entre 9 y 12 euros
Enlace de la bodega: www.gordonzello.com
Más información: Viñedos dispuestos en espaldera baja. Fermentación en depósito de acero inoxidable a temperatura controlada. Fermentación maloláctica en barrica de roble y clarificación con albúmina de huevo. Criado durante 14 meses en barricas nuevas de roble americano, francés y húngaro. Producción limitada a 10.000 botellas.

La zona sur de León ha sido desde la antigüedad un punto clave de tránsito de las dos principales rutas del norte de España: el Camino de Santiago y la Ruta de la Plata. El cultivo de la vid fue introducido inicialmente por los romanos para complementar una rica economía cerealista y tomaría una importancia decisiva en la Edad Media con la aparición de numerosos monasterios. Las bondades climatológicas de la zona favorecieron que el actual marco Tierra de León se convirtiera en el principal suministrador de vino de la parte norte peninsular y que la vid se extendiera por todo el territorio leonés. Esta dependencia económica de la vid causó estragos en la población local con la llegada de la enfermedad de la filoxera en 1887 que fue rebrotando diversas veces hasta los años 20, en los que se adoptó el pie americano.

Tierra de León es la más joven denominación de origen española y sus vinos ya comienzan a mostrarnos sus señas de identidad. Éstas son básicamente la decidida apuesta de sus viticultores por diferenciarse a través de la uva autóctona (prieto picudo, albarín, mencía y verdejo) y algo inmaterial y que no depende del hombre, una privilegiada relación entre suelo/climatología. Los viñedos de la comarca vitivinícola de Valdevimbre-Los Oteros-Cea ofrecen paisajes espectaculares en los que los suelos de pedregales y los cantos rodados se extienden hasta las orillas de los ríos Cea y Esla. La influencia continental del clima, muy exigente con los rendimientos, se ve matizada por la acción de las piedras que retienen el calor diurno para ir liberándolo poco a poco durante por la noche. Esta diferenciación térmica noche y día sumado al aporte calorífico de los cantos rodados influye de forma decisiva en la concentración de aromas y en una correcta maduración de las uvas.

Este Peregrino 14 encabeza la gama de productos elaborados por Bodegas Gordonzello y se presenta como tinto de autor. Es una excelente expresión de "prieto picudo" sin concesiones a fórmulas más populares. En nada se parece ni a los tintos de la Ribera del Duero ni del Bierzo. No diría que se trate de un tinto elegante, pero hay en él mucha verdad y mucho vino. Encontramos la tierra húmeda, la trufa, el humus, la hojarasca, sometida a una fruta fresca que necesita todavía unos meses guarda para acabar de pulirse. Buen vino, sin duda.

Nota de cata:
Cereza granatoso oscuro de capa media-alta, brillante, reflejos rojizos, borde marronoso.

En nariz inicialmente se muestra muy intenso, con notas de fruta roja y una mineralidad que abarca todo el conjunto (grafito, turba). Sigue evolucionando mostrando una barrica compleja, con tostados finos, café aromático, bombón inglés y un fondo mentolado (after-eight). Al respirar gana en notas terrosas, regaliz, palodul, orozuz. Los tostados cada vez son más toscos y pronunciados, con toques de madera quemada, encina, carne a la brasa y un profundo acento vegetal (espárragos crudos, rábanos, sotobosque) que contrasta con el perfil civilizado que mostraba al abrir la botella. Sigue cambiando y dulcificándose, con aportes de fruta de hueso (cerezas, ciruelas, albaricoques).

En boca es seco y con bastante concentración, lleno, con una sensación de dulcedumbre siempre presente, casi auvada, muy curiosa. Fresco, con notas tostadas y de carbonilla a la que se suma una fruta negra con toques amargosos, potente, sabroso, muy varietal y con fuerte expresión mineral. Final especiado y de notable longitud.

Nota personal: 16/20
Relación calidad precio: Correcta
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viernes, 6 de febrero de 2009

Kavaklidere Narince 2004

Vino: Kavaklidere Narince 2004
Origen: Tokat (Centro-Norte de Anatolia, Turquía)
Productor: Kavaklidere Şaraplari
Variedades: 100% narince
Alcohol: 13.5% vol.
Precio: Entre 15 y 18 euros
Enlace de la bodega: www.kavlakidere.com
Más información: Viñedos ubicados en la región de Tokat. Vendimia efectuada a mediados de septiembre. Criado durante 12 meses en barricas nuevas de roble francés. Permanece en botella durante un mínimo de 12 meses antes de ser comercializado.

Kavaklidere Şaraplari sigue siendo con diferencia el productor más fiable de Turquía y no hay síntomas de que esta situación vaya a cambiar, al menos de momento. En los últimos años ha aparecido un buen número de bodegas aprovechando al auge del consumo de vino entre la juventud. La competencia ha fomentado la entrada de capital extranjero y la mejora de procesos de vinificación, introduciendo el acero inoxidable y el control de la temperatura, así como la búsqueda de la personalidad de las uvas turcas. A diferencia de la mayoría de países europeos, Turquía mantiene un legado ampelográfico excepcional (más de 1.000 variedades autóctonas - la mayoría de ellas destinadas a la industria de la fruta pasa) y la voluntad de edificar a su alrededor una viticultura propia y racional.

"Vino de Anatolia hecho con uvas de Anatolia". Este es el lema que preside la bodega Kavaklidere desde su fundación en 1929, y basta sólo con echar un vistazo a su gama de productos para comprobar que continúa siendo una realidad. Kavaklidere controla a día de hoy unas 5.300 hectáreas repartidas a lo largo y ancho de toda Turquía. Tiene viñedos en las cinco áreas vinícolas del país (Ankara centro, este de Anatolia, Tracia, Egeo y Anatolia central). Los viñedos con las que se elabora el blanco de hoy se encuentran ubicados en la pequeña región de Tokat, situada a pocos quilómetros de la costa del Mar Negro. Las influencias del clima son obvias en la viticultura local. El rudo verano anatólico recibe la acción beneficiosa del mar permitiendo una maduración lenta y continuada, nada que ver con el tórrido estío de las regiones de Capadocia o Denizli. La uva "narince" es una variedad minoritaria que tradicionalmente se destinaba a los graneles y vinos familiares. La mejora de los métodos de elaboración y sobretodo el uso generalizado de los depósitos de acero inoxidable ha facilitado el redescubrimiento de la "narince" como variedad de calidad. Atrás quedan los años en los que su uso se limitaba a un porcentaje testimonial en los ensamblajes con variedades consideradas mayores, como la "emir" o "chardonnay".

Este Kavaklidere Narince 2004 es un blanco que en muchas cosas recuerda al estilo de la "chardonnay" del nuevo mundo fermentada en barrica. Como en el caso de muchos vinos americanos y australianos la enorme dosis de madera es un impedimento a la hora de saber si hay una buena materia prima detrás. El tiempo de integración suele superar los bajos niveles de acidez de estos vinos de regiones tan cálidas. Estamos ante la añada ideal para ser consumida en este momento. Es posible que mejore en un par de años para suavizar el tanino de roble, excesivo en este momento. El resto es de una corrección absoluta. Nos enseña los progresos que está realizando la viticultura turca que ya es capaz de producir vinos de una factura impecable, sin el mínimo defecto. Este blanco es un ejemplo de ello. El único inconveniente es la falta de expresión varietal; el principal reclamo de la viticultura turca ante la homogeneidad en la que se está instaurando el mundillo del vino. Para rescatar en unos años y compararlo con las nuevas añadas. Ya se verá pero apunta maneras...

Nota de cata:
Amarillo dorado, denso, lágrima gruesas permanentes.

Aromas de fuerte intensidad con predominio de las notas de fruta madura (membrillo) a las que se suma cada vez más el roble nuevo (vainilla, lácteos). Hay mantequilla fresca, ahumados, auvados, De fondo va ganando en flores blancas, miel, acacia, jazmín, y una suave pero clara nota de hidrocarburos.

En boca es graso, mantecoso, sabroso aunque todavía no ha acabado de integrar un tanino excesivamente amaderado al conjunto. Buen balance fruta-acidez con apuntes cítricos que aportan frescor. Final intenso, especiados (pimienta blanca) y vainillas.

Nota personal: 14/20
Relación calidad precio: Justita
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martes, 3 de febrero de 2009

Cuvée Monica 2002

Vino: Cuvée Monica 2002
Origen: A.O.G. Côteaux de Tlemcen (Tlemcen, Argelia)
Productor: Gérard Depardieu - Domaine de Saint-Agustin
Variedades: grenache noir, carignan, alicante bouschet
Alcohol: 14.5% vol.
Precio: Entre 22 y 25 euros
Enlace de la bodega:
Más información: Viñedos viejos de 4 hectáreas de extensión ubicados a una altitud de entre 600 y 800 metros en la población de Aïn Témouchent. Vendimia manual y vinificación en depósitos de acero inoxidable. Criado durante 12 meses en barricas nuevas de roble francés. Producción limitada a 7.600 botellas.

La historia de la viticultura en Argelia es paralela a la llegada de los primeros pueblos de Oriente Medio. Los viñedos son establecidos por Medas y Persas entre los siglos XVI y XXI a.c. al fundar sus primeras ciudades costeras. La primera referencia escrita que tenemos de los viñedos argelinos data del siglo XVI de la mano del geógrafo hispano-árabe Hasan bin Muhammed al-Wazzan al-Fasi, también conocido como León el Africano. En su obra "Descripción de África" describe la población de Tlemcen destacando los viñedos emparrados que rodeaban la ciudad y que "producían uvas de un gusto muy delicado".

La región de Tlemcen se encuentra a 500 quilómetros de la capital Argel. El cultivo de uvas se remonta a los primeros asentamientos fenicios, y siempre ha desempeñado un papel importante en la economía local. Los viñedos forman un mosaico de pequeñas parcelas separadas por líneas de cerezos, ciruelos y albaricoques. La geografía de la región es variada. En pocos quilómetros se turnan las escarpadas montañas del Atlas con los bosques de cedro y los estrechos valle de Oued Chouly. Esta complicada topografía genera un microclina adecuado para el cultivo de uva de calidad en la zona norte de las Montañas de Tlemcen. La viña ocupa 1.500 hectáreas dedicadas a la elaboración de vinos. El clima es seco y fresco. Abundan los suelos arenosos con algunas zonas calizas. Las variedades mayoritarias son de origen mediterráneo siendo las más utilizadas la "garnacha", "cariñena", "monastrell", "cinsault", "syrah", con un importante aumento de la "cabernet sauvignon" en los últimos años. Entre las blancas hay la "clairette pointue" y "macabeo", así como las levantinas "merseguera" y "planta pedralba", conocida en Argelia como "faranah" o "tizi czaoua" (relacionada con la "damaschino" siciliana y la "beldi" de Túnez).

La región comenzó a consolidarse como zona productora de vinos de calidad a partir de 1830 con la masiva llegada de colonos franceses. En términos de producción, Argelia era el cuarto mayor del mundo hace 50 años, con un volumen que superaba los 18 millones de hectolitros. Los viñedos representaban la mitad de las exportaciones argelinas y prácticamente un tercio de su producto nacional bruto. La independencia de Argelia en 1962 marcó el inicio del declive de la viticultura argelina que vio cerrada la puerta del mercado francés, principal comprador del vino nacional. Las ayudas que prestaba el gobierno francés a los viticultores locales dejaron de recibirse y la mayor parte del viñedo argelino fue arrancado para favorecer nuevos tipos de cultivo que no dependieran del mercado francés. En la actualidad, el objetivo marcado por el gobierno es alcanzar un millón de hectolitros de vino de los que el 80% se exportaría al extranjero. Para hacer frente a la precariedad de las instalaciones vitivinícolas y a las desfadas técnicas de elaboración se han firmado nuevos proyectos y empresas de capital argelino-europeo a través de la Oficina Nacional de Comercialización de Productos Vitivinícolas, ONCV.

Uno de los proyectos más interesante fue el cinematográfico desembarco de Gérard Depardieu en las montañas de Tlemcen. Después de suspender la producción del tinto "Lumière de l'Atlas" en Marruecos, la aventura africana no ha dado mejores los mejores frutos en Argelia. La llegada al país levantó una gran expectativa en el sector vinícola que vio en Depardieu el embajador exterior de sus vinos. Desafortunadamente el actor se vio relacionado con una oscura intriga económica entre el Gobierno de Argelia y Abdelmoumen Khalifa, importante hombre de negocios imputado por la justicia de su país y que en la actualidad se encuentra exiliado en el Reino Unido. El resultado final fue otro vino fallido de Gérard Depardieu en el Norte de África, una única añada (2002) que estaba destinada inicialmente a ser emblema de los vinos argelinos pero que se ha quedado en eso, en fallido.

Este Cuvée Monica 2002 se produjo en la finca Domaine Saint-Augustin, cerca de Aïn Témouchent en la zona norte de la A.O.G. Côteaux de Tlemcen, junto a la carretera N-2 que cruza el país hasta la ciudad de Orán. El nombre del vino homenajea la "afición litúrgica" por el vino de Santa Mónica, madre de otro santo, San Agustín, nacido en el siglo IV d.c. en el antiguo reino bereber de Numidia, actual Argelia. No creo que este vino merezca tantas lágrimas como las que Santa Mónica vertió por su hijo pero nos permite tomarle el pulso a unos viñedos capaces de ofrecer vinos de calidad. Un tinto suave, fresco, con una crianza que domina el conjunto. Ha comenzado a decaer y perder garra. Mejor beberlo ahora que esperar.

Nota de cata:
Picota oscuro, opaco, ribete violáceo, lágrimas tintadas.

Nariz potente y fina, aunque muestra síntomas de cierto decaimiento. Hay notas de fruta negra confitada (higos, algarroba), trufa, nuez moscada, regaliz, a las que se suma una barrica de tostado alto, cremoso (café aromático, vainilla fina). Al rato gana en notas de cuero, cuadra, licor de cerezas, tabaco inglés. Elegante.

En boca es carnoso y fresco, con taninos redondos, maduros, que suplen en parte una alarmante falta de acidez. Sabroso, con un toque de dulcedumbre, casi auvado (orejones, ciruelas) que contrastan con notas amargantes, hollejo soleado. Final correcto, algo corto, con recuerdos confitados y más ahumados.

Nota personal: 14.5/20
Relación calidad precio: Mala
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