jueves, 26 de junio de 2008

Kavaklidere Öküzgözü 2004 - Viniterraneum con Turquía

Vino: Kavaklidere Öküzgözü 2004
Origen: Elazığ (Este de Anatolia, Turquía)
Productor: Kavaklidere Şaraplari
Variedades: 100% öküzgözü
Alcohol: 13.5% vol
Precio: Entre 15 y 20 euros
Enlace de la bodega: www.kavaklidere.com
Más información: 12 meses de crianza en barricas de roble francés.

Miércoles noche del 25 de julio, fútbol con amigos y algunos vinos en la nevera para "regatear" los primeros calores del verano. Semifinales de la Eurocopa de fútbol, Turquía juega con Alemania. Viniterraneum no puede ser imparcial, está con los turcos. No es que haya nada personal contra los alemanes ni que comparta la antipatía de buena parte de mis compañeros (ni siquiera pienso que Alemania sea mal rival para una posible final) pero es que lo del Mediterráneo tiene su peso y Turquía, además de ser europea también es indiscutiblemente mediterránea. Y yo a lo mío...

El vino escogido para la ocasión fue un monovarietal de "öküzgözü" de la bodega Kavaklidere. Tanto el vino como la variedad de uva provienen de la provincia central de Elazığ, en la meseta suroriental de Anatolia, al norte de los Montes Tauro y de Siria. Se trata de una región con un clima ideal para el cultivo de las vides gracias a los suaves vientos provenientes del Mediterráneo y a los meandros y fuentes del río Éufrates que en su paso por la región refrescan el habitual clima adusto del este de Turquía.

Kavaklidere es la principal bodega privada embotelladora de Turquía, además de una de la más antigua del sector vitivinícola si excluimos a las propias del monopolio estatal. La empresa fue fundada en 1929 en la región de Ankara por un matrimonio suizo-búlgaro de ascendencia otomana. La filosofía de la bodega desde sus inicios se ha visto fuertemente influenciada por el ideario del nacionalismo turco. Ésta ha consistido en la búsqueda de los mejores viñedos y en la recuperación del legado ampelográfico otomano con el uso de variedades de uvas autóctonas como base para sus vinos, algunas de ellas prácticamente desaparecidas. No en vano, el lema de la bodega es: Vino de Anatolia con uvas de Anatolia. Como hecho anecdótico decir que entre las variedades locales podemos encontrar desde las conocidas como karasis: "kalecik karasi", "sergi karasi", "horozkarasi", "çalkarası", "adakarasi", "papazkarasi"; hasta nombres tan sugerentes y desconocidos como "bornova misketi", "boğazkere", "dökülgen", "emir", "burdur dimrit", "kabarcik" o "karasakis".

La capacidad productora de Kavaklidere no ha parado de crecer en los últimos años hasta convertirse en un monstruo vinícola. En la actualidad su producción supera los más de 20 millones de litros anuales, exportando buena parte de sus caldos al extranjero. Tiene viñedos en casi todas las áreas vinícolas importantes del país: en Tracia (la diminuta porción europea del país), Bósforo, Capadocia, Elazığ, en la costa mediterránea del Mar Egeo, etc. Su catálogo de vinos es inabarcable, con docenas de marcas que cambian de año en año, lo que impide una valoración general de sus caldos salvo en los vinos banderas de la casa, como es el caso del Kavaklidere Öküzgözü.

Aunque el consumo del vino en Turquía es residual (con apenas un litro por persona/año) se trata de un sector económico con grandes posibilidades. Factores que han provocado el aislamiento del país durante siglos son ahora los grandes motores de desarrollo. Por ejemplo, el aislamiento político con Europa y la prohibición de fermentados de la religión musulmana. La autarquía en la que ha vivido durante décadas la sociedad turca ha servido para preservar una diversidad ampelográfica sin comparación. Se calcula en algo más de 1.000 las variedades de uva que se cultivan en todo el país, siendo la amplia mayoría de ellas de carácter autóctono y sólo localizables en la Península de Anatolia. Y es que Turquía es el quinto país productor mundial de uva, con más de 700.000 hectáreas de viñedos, aunque tan sólo entre el 3% de la producción total se dedica a la elaboración de vinos. La tradición del cultivo de la viña se ha mantenido viva gracias a la fuerte demanda de las uvas pasas, tan presentes en la cultura gastronómica turca. Aún así, todavía se desconoce el potencial de las variedades locales y no se ha realizado prácticamente esfuerzo alguno en su estudio.

Otra de las bazas con las que cuenta Turquía es la gran variedad de terrenos y climas que proporciona su accidentada geografía. Se pueden producir todo tipo de vinos y de elaboraciones, desde tinos redondos y completamente maduros en las costas del Egeo hasta frágiles, hermosos y terrosos tintos en la Meseta Central de Anatolia o en el Sureste del país.

Nota de cata:
Rubí oscuro de capa media, reflejos granadinos, limpio, ribete muy amplio sin prácticamente diferencias con el menisco, formando grandes lágrimas.

En nariz se presenta algo cerrado, rápidamente se abre. Limpio y franco. Aromas de fruta roja muy madura (ciruelas, fresones, granada), especias negras, balsámicos y notas de monte (té de roca, espliego, heno seco). Hay que controlar la temperatura de servicio para que el alcohol no asome en exceso. La barrica en segundo plano aportando unos tostados suaves y apuntes avainillados.

En boca es de medio cuerpo, algo terroso y granulado en la entrada. El conjunto es levemente dulce (bollería, canela, lácteos) aunque matizado con una buena cantidad de fruta roja madura (frambuesa, cerezas, ciruelas) y una correcta acidez. A éstos se suman unas elegantes notas balsámicas (resina, cedro) y apuntes de cueros, barnices, tabaco rubio, que serían más habituales encontrar en la fase olfativa. Los taninos son suaves, acariciantes, con un cierta dosis de elegancia que se agradece. Muy fácil de beber dentro de su sencillez.

Nota personal: 13.5/20
Relación calidad precio:
Mala
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