jueves, 17 de julio de 2008

Finca Furot 2004 Crianza

Vino: Finca Furot 2004 Crianza
Origen: D.O. Empordà (Girona, Catalunya, España)
Productor: Grupo Oliveda
Variedades: 100% cariñena
Alcohol: 13% vol
Precio: Entre 5 y 7 euros
Enlace de la bodega: www.grupoliveda.com
Más información: Uva procedente de viñedos viejos conducidos con técnicas tradicionales, situados en las abruptas laderas de la Serra de l'Albera, en el pueblo de Vilamaniscle. Sometido a una crianza de 18 meses en barricas de roble francés.

La uva "cariñena" es junto a la "garnacha" una de las raras variedades autóctonas españolas que han conseguido atravesar fronteras y extenderse fuera de nuestro país. En los departamentos franceses del Languedoc-Roussillon ha encontrado un entorno propicio y se ha extendido hasta tal punto que es en la actualidad la segunda variedad más plantada en toda Francia, con unas 90.000 hectáreas de viñedo, sólo por debajo de la "merlot". Al margen de España y Francia, se puede encontrar en toda la riba del Mediterráneo. En los países del Magreb (Marruecos, Argelia y Túnez) era la variedad predominante, importada por la población francesa durante el periodo colonial, con pequeñas producciones en la actualidad. En Italia es conocida como "carignano" y fue traída en el siglo XIV por colonos catalanes. Con ella se elaboran los tradiciones tintos de la D.O. Carignano del Sulcis, al sur de la isla, mientras la garnacha se encuentra principalmente en el norte, cerca de la ciudad del Alghero. En Grecia y Turquía ha ido ganando terreno en los últimos años y cuenta con excelentes ejemplos en la elaboración de vinos de estilo internacional. En los países productores del hemisferio sur es habitual su cultivo gracias a sus fuertes rendimientos y a la fácil aclimatación a climas calientes.

A pesar del relativo éxito que ha obtenido en el extranjero, en nuestro país vive malos tiempos. Algo tan sencillo y cotidiano hasta hace unos años como beber un vino de "cariñena" se ha convertido en todo un reto. Una pequeña tragedia que también afecta a otras variedades tradicionales pero que en su caso es alarmante. Hay muchas razones que explican este hecho. Tradicionalmente los viticultores la consideraban una casta de relleno, despreciando su calidad y falta de personalidad pero valorando su fuerte producción, alto grado alcohólico y un intenso color que iluminaba con su presencia los vinos. El primer golpe le fue dado a finales del siglo XIX con la plaga de la filoxera que diezmó su presencia y la posterior replantación que priorizó la "garnacha" y la "tempranillo". En la década de los 80 y 90 su cultivó se fue perdiendo con la replantación generalizada de variedades bordalesas en toda España y con el desastroso e irrecuperable arranque de viejas vides. En la actualidad prácticamente ha dejado de cultivarse y su uso se concentra en la elaboración de graneles y en un oscuro movimiento de exportación (que merecería por sí mismo un post). Tan sólo podemos hablar de ejemplos destacable en el sur de Cataluña (Montsant, Priorat, y en menor medida la Terra Alta y algunos rancios de Tarragona) y en el sur de Francia donde sigue funcionando con éxito la fórmula de tintos intensos y terrosos a base de "monastrell", "garnacha", "cinsault" y "cariñena". También se sigue cultivando en las DD.O. La Rioja y Cariñena pero de forma minoritaria y como apoyo en pequeño porcentaje en los cupajes.

Se trata de una variedad difícil de beber a la que poca gente gusta por falta de costumbre y por el desconocimiento de la misma por parte de sus elaboradores. Y es que sus aromas y sabores se han ido distanciando cada vez más de los gustos actuales del consumidor, más habituados a vinos sabrosos, afrutados y con una buena dosis de maquillaje gracias a la generalización de la barrica de roble. Tampoco contribuye positivamente el que los grandes gurús del vino despotriquen de ella tachándola de inexpresiva y aburrida. Afortunadamente hay gente que sabe conjugar la tendencia de producir vinos de corte comercial y seguir trabajando las variedades tradicionales. El Grupo Oliveda comercializa dos interesantes vinos con la marca de Finca Furot: un reserva de "merlot", "cabernet sauvignon" y "garnacha" y un crianza monovarietal de "cariñena" con 18 meses de barrica, al que hemos dedicado este post.

Nota de cata:
Profundo color picota oscuro, opaco con leves reflejos rojizos, brillante, borde violáceo, mucha lágrima, tinta la copa.

Nariz de media intensidad y desbordante personalidad varietal, a ratos mostrando sensaciones próximas a la fruta negra y a otros con fruta roja, fresco, con toques vegetales-balsámicas muy tímidas (anís, heno, hierbas aromáticas, tallo lechoso). Excelente trabajo con la barrica que se queda en segundo plano, no hay rastros de tostados ni lácteos.

En boca es de medio cuerpo, fresco, con taninos suaves, frescos, aterciopelados. Vino de perfil sencillo y difícil de definir, con poca fruta, casi sin especias, más bien suave, seco, sin excesos de concentración pero con mucho vino y verdad dentro de él. Un tanto cálido, hay que vigilar la temperatura de servicio. Muy grato de beber.

Nota personal: 14/20
Relación calidad precio: Muy buena
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