jueves, 23 de octubre de 2008

Prestige Kalecik Karasý 2003 Tinto

Vino: Prestige Kalecik Karasý 2003 Tinto
Origen: Ankara (Turquía)
Productor: Kavaklidere Şaraplari
Variedades: 100% kalecik karasý
Alcohol: 13% vol.
Precio: Entre 15 y 20 euros
Enlace de la bodega: www.kavaklidere.com
Más información: Vendimia manual y mecánica. 12 meses de crianza en barrica de roble francés.

Hace unos meses hablé de las posibilidades de la viticultura turca aprovechando que había abierto un Kavaklidere Öküzgözü 2004, producido en la provincia de Elazığ, al este del país. En aquella ocasión ya comenté que la monumental cantidad de variedades autóctonas de este país nos iría deparando alguna que otra sorpresa en el futuro. Se suele afirmar que Italia y Portugal son el granero ampelográfico de Europa, que cada uno de estos países tiene más de 500 variedades de uva propia. Pues imaginemos un país como Turquía, con 800.000 km2 de territorio y todo tipo de climas, aislado de Europa durante siglos, que no sufrió la filoxera y que es la quinta mayor productora de uva del mundo... El consumo de vino apenas alcanza 1 litro por persona/año lo que ha propiciado que la gran mayoría de la vendimia se dedique al mercado local de la uva pasa. Esto ha significado por añadidura que a ningún iluminado se le haya ocurrido hacer una selección-extinción varietal en razón de la cantidad de producción, la resistencia a las pandemias, los gustos coyunturales del consumidor, la demanda del mercado, etc. (tal y como ha sucedido en toda Europa). Quizás ha llegado el día en que comencemos a mirar un poco más hacia oriente.

La "kalecik karasý" es una variedad de uva autóctona turca que también da nombre a los tintos que se vinifican con ella. Se cultiva en el lejano distrito de Kalecik, en la región central de Anatolia. Los mejores viñedos se encuentran cerca del río Kızılırmak, llamado Halys durante el imperio persa y que servía de frontera formal entre Reino de Lidia, de influencia helénica, y la civilización persa. Así pues no es de extrañar que hasta este última frontera de la cultura griega llegaran las vides y su cultura. Los viñedos se benefician del microclima aportado por las aguas del Kızılırmak que es más templado que el clima continental de la Anatolia central.

Durante siglo, el valle de Kızılırmak era conocido en el resto del país por la calidad de su vinos. La población armenia que durante siglos se asentó en esta diminuta región fueron los principales protagonistas de su cultivo. Esta tradición se vio interrumpida con el genocidio armenio iniciado por el Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial que obligó a los agricultores a abandonar su tierra. El cultivo de la uva fue tan negligente por parte de la población musulmana que estuvo a punto de desaparecer. Afortunadamente expertos franceses en colaboración con la Facultad de Agricultura de la Universidad de Ankara recogieron a tiempo algunos ejemplares de esta variedad para crear pequeños viñedos que garantizaran su supervivencia.

La bodega Kavlaklidere fue la primera interesada en recuperar esta variedad de calidad para elaborar unos de sus primeros vinos jóvenes, el Ancyra (Ankara en griego). El éxito de la uva ha sido tan importante en las últimas década que su cultivo se ha generalizado hasta tal punto que ya se identifica con la viticultura de Ankara. Su uso se ha multiplicado en la elaboración de vinos de mesa y en los familiares, tan habituales en un país donde la comercialización de vino viene grabado todavía con una tasa de impuestos del 300%. El éxito obtenido la ha llevado a otras regiones del país con climas similares, como es el caso de la región de Denizli, al este del país. Bodegas como Kayra han conseguido buenos ejemplos de tintos de "kalecik karasý", aunque algo más cálidos y mediterráneos que los provenientes de los viñedos del valle de Kızılırmak.

Este Prestige Kalecik Karasý 2003 es un tinto diferente, sutil y que por su poca pigmentación y fragilidad aromática, con cueros, grosellas y flores marchitas nos recuerda en algunas cosas a la "pinot noir". Tiene un perfil diferenciado del resto de vinos turcos, menos concentrado, con taninos suaves y una capacidad de envejecimiento fuera de lo habitual. Habrá que seguir su desarrollo en los próximos años.

Nota de cata:
Rubí ambarino de media capa, luminoso, reflejos rojizos y anaranjados. Parece un vino viejo.

En nariz se muestra suave y levemente evolucionado. Hay una buena cantidad de fruta roja en licor (cerezas, grosellas, guinda, madroño, tomate seco), con aromas a caja de puros, ceniza, marroquinería, cedro. La crianza en segundo plano aporta notas de café torrefactado, cacao. Muy agradable.

En boca es sedoso y sutil. Entrada suave y fresca, con unos taninos pulidos, esféricos, que aportan una sensación de elegancia al conjunto. La fruta en confitura va acompañada de notas especiadas, ahumados y finas notas amargosas a zarzal, grosella fresca, mentolados. Sabroso y con mucha personalidad.

Nota personal: 14.5/20
Relación calidad precio:
Correcta
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