
Origen: D.O. Conca de Barberà (Tarragona, España)
Productor: Vinícola del Sarral i Secció de Crèdit
Variedades: 100% trepat
Alcohol: 11% vol
Precio: Entre 2 y 4 euros
Enlace de la bodega: www.cava-portell.com
Más información: Disponible en bodega y en la tienda Expolicor (Carretera N-340, km. 1187, El Vendrell) a un precio de 2.6 euros.
La llegada de los primeros calores del verano son la excusa perfecta para hacerse con unos cuantos rosados del año, probar las novedades aparecidas en el mercado y de paso refrescar aperitivos y comidas. Algo tan vano como esto se convierte en un auténtico rompecabezas. Pocas cosas se presentan más difíciles para un aficionado del vino que comprar un buen rosado. Y no es que no los haya, para nada!! Prácticamente todas las denominaciones de origen de nuestro país producen los suyos y la oferta de nuevas bodegas y marcas se van acumulando como un tsunami en las estanterías de las bodegas y comercios. Sin embargo, la elección sigue siendo difícil y descorazonadora.
Tras unas semanas de búsquedas visitando todo tipo de tiendas me reafirmo en lo último: no sé qué hacer y menos aún qué comprar. La enorme mayoría de los rosados en el mercado son del todo estereotipados y faltos de interés. Y mejor no entrar a valorar las nuevas propuestas de las bodegas. Son caldos subidos de color, musculados y cálidos, con graduaciones alcohólicas más propias de un tintorro prioratino y en un amplio porcentaje de los casos elaborados con "merlot" o "cabernet sauvignon" (o ambos). Al menos, esto es lo que está sucediendo de forma generalizada en Cataluña, que es donde actualmente vivo.

Personalmente mi gusto por los rosados está cercano a las clásicas garnachas de Navarra y La Rioja (Chivite, Inurrieta, Señorío de Sarría, Marqués de Cáceres, Viña Tobías), frescas y ligeras, y también, a la puesta al día de ciertas variedades autóctonas, en su mayoría minoritarias, que siembran todo el territorio peninsular y que han demostrado con suficiencia su calidad. Hablo de vinos como los leoneses Viña Salamanca (rufete-tempranillo), Viña Oro (mencía), Quinta Clarisa (tempranillo), o Valjunco (prieto picudo); los fresquísimos manchegos a base de cencibel, los Señorío de Guadianeja y Torre de Gazate; los catalanes Mas Donís o Brunus (garnatxa negra); o los valencianos Viña Carmina y Vega Infante (bobal).

Nota de cata:
De color frambuesa claro, reflejos azulados muy vivos, brillante.
En nariz se presenta con muy buena intensidad y un marcado carácter varietal que proporciona sensaciones llenas de frescura, ligereza y una cantidad ingente de fruta roja muy fragante. Aparecen notas de ciruelas maduras, fresones, regaliz rojo, y algo de pulpa y de hueso (melocotones, higo, plátano). Todo esto con un levísimo aporte láctico y de bollería de fondo junto a cierta sensación especiada y balsámica (zarzal, grosellas). Con personalidad propia.
En boca es fresco y afrutado, suave, con una marcada acidez (aunque sin excesos) arropando todo el conjunto y dotándole de nervio. Final intenso con especias y una fina nota mentolada. Se bebe con enorme facilidad gracias a ese carácter tan particular que aporta la trepat y que procura una frescura nada habitual en los tórridos y musculosos rosados del país. Un rosado de libro, con una elaboración brillante y extraordinariamente bien resuelta. Está en un excelente momento de consumo.
Nota personal: 15/20
Relación calidad precio: Excelente
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