jueves, 25 de diciembre de 2008

Le Clos Saint-Vicent Le Clos 2006 Rouge

Vino: Le Clos Saint-Vicent Le Clos 2006 Rouge
Origen: A.O.C. Bellet (Niza, Francia)
Productor: Les Clos Saint-Vincent
Variedades: 90% folle noire, 10% grenache
Alcohol: 14% vol.
Precio: Entre 27 y 30 euros
Enlace de la bodega: www.clos-st-vincent.fr
Más información: Viñedos orientados a sur-suroeste sobre suelos pedregosos. Vendimia manual con selección en viña a finales de septiembre. Vinificación durante 30 días. Maceración, con bazuqueos manuales, y fermentación en cubas de acero inoxidable. Crianza entre 12 y 16 meses en barricas de roble francés de 225 litros sin clarificar ni filtrar posteriormente. Todo el proceso está acogido a la certificación biológica, sin uso de herbicidas ni pesticidas, y a la viticultura biodinámica. Producción limitada a 7.000 botellas, 40 magnums y 8 Jeroboams.

Los vinos nacidos en el marco de Bellet, a escasos quilómetros del centro de la ciudad de Niza, se cuentan entre los mejores de toda Provenza, aunque fuera del ámbito más local son unos auténticos desconocidos. Las menos de 75.000 botellas producidas son bebidas con pasión, y algo de secretismo, por parte de los celosos marselleses (algo muy propio de esta ciudad). Entre los mejores elaboradores de la zona encontramos la pequeña bodega Clos Saint-Vincent, proyecto familiar que lidera desde 1993 Joseph Sergi juntos a sus socios, los Sicardi. La finca está situada enmedio de las vides, al final de una sinuosa y polvorienta carretera que serpentea pronunciados barrancos. En estas colinas se cuenta con 6 hectáreas distribuidas en angostas terrazas. El mimo con el que se trabaja la vid y el respeto por el medio ambiente se palpa en todo momento. Las cepas están plenamente adaptadas al entorno, casi camufladas entre las garrigas, las flores y los pedregales. En este jardín reinan las variedades autóctonas que sólo pueden ser encontradas en Bellet, la "folle noire" y la "braquet", junto a las clásicas provenzanas, la "grenache noir", "cinsault", así como la blanca "rolle" (o vermentino).

Los agricultores de Bellet alcanzaron la distinción de "Appellation d'Origine Contrôlée" en el año 1941 pero su historia se remonta a mucho siglos antes. Sus viñedos están considerado como los primeros de Francia y unos de los más antiguos de Europa Occidental. Su origen se remonta a la fundación de Marsella en el 600 a.c. por parte de los colonos griegos de Focea, ciudad helena del golfo de Esmirna, en el sur de la península de Anatolia. Así lo han puesto de manifiesto las excavaciones en la colina de Saint-Charles con el hallazgo de los sustratos de viticultura más antiguos descubiertos en Francia.

El siglo XIX fue la época dorada de la región alcanzando una extensión superior a las 1000 hectáreas de viñedos. Esta situación daría un giro con la aparición de la filoxera que llevaría a la práctica desaparición de todos los viñedos en unos poco años. La fuerte demanda del puerto mercante de Marsella, a escasos quilómetros de Bellet, facilitó la plantación de nuevas viñas y la recuperación de las variedades autóctonas que dan singularidad a esta diminuta AOC: "folle noire" y "braquet". El origen de estas uvas sigue siendo incierto pero la creencia popular sitúa a la estrella local, la "folle noire", en la isla de Chipre.

En la actualidad la A.O.C. Ballet cuenta con una extensión de 650 hectáreas de las que únicamente 50 están en régimen de explotación. Una quincena de productores trabajan las pequeñas parcelas en las últimas estribaciones de los Alpes, unas suaves colinas entre los 200 y 300 metros de altitud. Las vides se enraizan en estrechos y pobres bancales llamados "restanques" constituidos por guijarros, mezclados con una arena muy clara (poudingue) que contiene algunas vetas de arcilla. Estas excelentes condiciones favorecen la plena expresión de los vinos aquí producidos y la maduración de la uva. La totalidad de los viñedos se localiza en la comuna de Niza, en el Departamento de los Alpes Marítimos. La privilegiada ubicación de Bellet le permite beneficiarse del benigno clima mediterráneo que aporta un promedio de 2.700 horas de insolación anual así como de un microclima particular (lluvias que alcanzan los 840 mm/año). Los calurosos veranos mediterráneos se mitigan gracias a los efectos de la altitud y a los fríos vientos provenientes de los Alpes (mistral y tramontana) que soplan sin interrupción durante todo el año.

Este Le Clos 2006 forma parte de la pequeña aristocracia vinícola del sur de Francia, lo más cercano a un grand cru provenzal que se puede encontrar. Ofrece un marcado carácter varietal, lleno de fruta roja madura, desbordando mediterraneidad. El conjunto es serio, estructurado, nada dado a la espectacularidad pero dotado de una fuerte tanicidad que augura años de guarda y enormes posibilidades de desarrollo en botella. Es cierto que no se trata de un tinto barato, lo que es habitual en los vinos producidos en la A.O.C. Bellet debido a su escasa producción y a los criterios de calidad que los viticultores se han impuesto. Si eres capaz de encontrar alguna botella, no lo dudes. Guárdala como mínimo durante 5 años en un lugar tranquilo.

Nota de cata:
Picotazo de mucha capa, opaco, algo turbio, lágrima tintada.

Potente y concentrado. La crianza en roble aporta notas cremosas y lácteas a las que se suma un curiosa mezcla de elegantes aromas de pétalos de rosas, almizcle y mucha fruta roja confitada (melocotón de viña). Hay una larga serie de pinceladas vegetales y florales: monte mediterráneo, té de roca, retama, jarabe, regaliz, pimienta negra, pimentón chorizero. De fondo aparecen elegantes notas resinosas (pinar mediterráneo).

En boca es muy seco, concentrado, algo duro pero con una hermosa concentración en la que destaca una buena cantidad de fruta roja confitada (ciruelas, cerezas). Taninos redondos y grasos, algo cálidos. Final espectacular, larguísimo, con un postgusto elegante a cacao y ciruelas maceradas. Todavía excesivamente tánico pero con gran potencial de guarda. Mejorará con unos años en botella. Muy interesante pero con la sensación de haberlo consumido prematuramente.

Nota personal: 16/20
Relación calidad precio: Mala
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martes, 23 de diciembre de 2008

Lanthieri Pinela 2006

Vino: Lanthieri Pinela 2006
Origen: Vipava (Primorje, Eslovenia)
Productor: Agroind Vipava 1894
Variedades: 100% pinela
Alcohol: 12% vol.
Precio: Entre 4 y 7 euros
Enlace de la bodega: www.vipava1894.si
Más información: Viñedos ubicados en bancales de la zona más alta del Valle de Vipava, en el municipio de Lože. Vendimia manual el 20 de septiembre. Corta maceración en frío (8 horas) y posterior fermentación en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada.

Agroind Vipava 1894 es la mayor bodega del Valle de Vipava (Vipavska Dolina), la zona central de la gran región vitivinícola de Primorje. Nace a finales del siglo XIX fruto de la unión de los pequeños productores del valle formando una cooperativa que facilitaba la infraestructura necesaria para la construcción de las nuevas bodegas y la comercialización de sus vinos en las diferentes regiones del Imperio Austrohúngaro. A lo largo de más de un siglo ha elaborado vinos sin interrupción a pesar de las dos guerras mundiales y de la fuerte intervención estatal. La caída del bloque socialista facilitó la reactivación de la cooperativa convirtiéndose en sociedad anónima a mediados de los años 90. En la actualidad cuenta con 300 hectáreas de viñedos propios y 700 más aportadas por elaboradores locales. Produce todo tipo de vinos, desde espumosos a maduros tintos de "merlot" o "cabernet sauvignon", siendo los monovarietales de "zelen" y "pinela" sus productos más interesantes.

La provincia de Primorje es la más occidental de Eslovenia y conforma junto a Podravje y Posavje las tres grandes regiones vinícolas del país. El nombre de Primorje proviene del esloveno "cerca del mar", aunque tan sólo una parte de esta región es auténticamente costera; la zona comprendida entre el sur de la frontera italiana con la ciudad de Trieste y la península croata de Istria. Las uvas con las que se elabora el Lanthieri Pinela provienen de los fragmentados viñedos de Lože, las parcelas más altas de la meseta de Trnovska y la región de Baja Karst. El relieve de esta zona es de carácter montañoso aunque relativamente bajo, entre los 45 y los 300 metros de altitud. La región se caracteriza por el duro clima continental, unos suelos de sedimentos marinos con fuerte carga mineral, y sobretodo por la influencia del viento de nordeste, el burja (o bora). La acción del gélido burja condiciona la viticultura de la región debido a su fuerza y a la sensación de frío que genera, hasta -25 grados. En los meses de verano es relativamente rara su acción pero desde finales de otoño a comienzos de primavera suele afectar toda la región provocando una pronunciada erosión de las capas superficiales de los viñedos y dificultando la vida de las vides más débiles.

La "pinela" es una de las uvas blancas de mayor calidad de Eslovenia y se cuenta entre las escasas variedades autóctonas. A pesar de que el nombre lo pueda sugerir, la "pinela" no está relacionada con la familia de las "pinot" ni ha podido ser relacionada con ninguna de las variedades italianas de la región de Friuli Venezia Giulia. En la actualidad tan sólo puede encontrarse en el Valle de Vipava y en menor medida en las colinas de la provincia de Brda, a escasos quilómetros de la frontera italiana cerca de Udine. Se trata de una variedad minoritaria, de producción media y hasta hace unos pocos año con poco atractivo para los viticultores debido a la falta de resistencia a las heladas y a su tendencia natural a sufrir todo tipo de podredumbres. Afortunadamente la "pinela" ha sido retomado por los agricultores eslovenos gracias a la popularización de los tanques de acero inoxidable y a la aparición de una nueva generación de enólogos empeñada en recuperar esta variedad tan particular.

Este Lanthieri Pinela 2006 es un blanco fresco y desenfadado. Muestra una juventud sorprendente y una frutosidad fuera de toda duda. Su carácter mineral y su acidez aportan las notas de calidad dentro de su sencillez. En algunas cosas recuerda a la "laški rizling", y hasta se podría afirmar que son la misma variedad. Un vino curioso y lleno de personalidad que se deja beber sin problemas.

Nota de cata:
De color amarillo pajizo, reflejos verdosos, con un ligero carbónico inicial que no acaba de desaparecer.

Se muestra cerrado al abrir la botella. Se abre rápidamente ofreciendo un primer plano de aromas que recuerda a la fruta blanca (manzanas, peras) con chispazos cítricos (pomelo) y notas florales. Atractivo y fragante, con una aparente fragilidad que no se viene abajo en ningún momento y que se ve reforzada por una las notas a pedernal y pólvora. Tiene una notable expresión aromática (pétalos, jazmín, auvados) junto clara sensación de fondo a fruta exótica (piña, maracuya, kiwi).

En boca es de medio cuerpo, fresco y frutoso, con una intensa acidez a la que se suman notas amargosas y especiadas. El conjunto resulta equilibrado, maduro, sabroso, fácil de beber dentro de su sencillez. Más que correcto, con personalidad.

Nota personal:
14/20
Relación calidad precio: Correcta
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jueves, 18 de diciembre de 2008

El Chaparral de Vega Sindoa 2006

Vino: El Chaparral de Vega Sindoa 2006
Origen: D.O. Navarra (Navarra, España)
Productor: Bodegas y Viñedos Nekeas
Variedades: 100% garnacha
Alcohol: 14% vol.
Precio: Entre 9 y 12 euros
Enlace de la bodega: www.nekeas.com
Más información: Viñedos de viñas viejas de garnacha con una edad comprendida entre los 60 y 100 años. Suelo localizados en las pendientes más pobres de las zonas altas del valle de Nekeas. Despalillado total, maceración de 25 días, 5 de estos en frío, fermentación alcohólica con levaduras propias y fermentación maloláctica en barrica. Crianza de 8 a 10 meses en barrica nueva de roble francés (50%) y americana de un sólo vino (50%) con frecuentes trasiegos.

Viñedos Nekeas nace a principio de los años 90 fruto de la unión de diversas familias productoras de vinos del municipio de Añorbe, en la merindad de Pamplona; a 20 quilómetros al sur de la ciudad. En la actualidad controla más de 220 hectáreas de viñedos diseminados por todo el valle de Nekeas, localizados en múltiples parcelas con todo tipo de variedades (chardonnay, viura, moscatel, tempranillo, cabernet, merlot, garnacha) junto a otras experimentales (syrah, malbec, viognier). Sus vinos tienen un claro carácter internacional por lo que no es de extrañar que las ventas estén orientadas en tres cuartas partes al mercado extranjero.

Las vides de" garnacha" con las que se elaboran el Chaparral de Vega Sindoa son las menos productivas de la finca y personalmente creo que las de mayor interés. Afortunadamente se han ido salvando de los arranques de las últimas décadas debido a su antigüedad y al hecho de que el suelo sobre el que se hayan es tan pobre que resulta impracticable para cualquier otro tipo de agricultura. Estas viejas cepas navarras se encuentran situadas en la franja limítrofe con los bosques autóctonos de chaparros (pequeñas encinas típicas de la región), lo que ha acabado dando nombre al vino.

El Valle de Nekeas es uno de esos lugares donde el sentido común indica que no debería practicarse el cultivo de la vid. Sus viñedos se cuentan entre los más al norte de la península ibérica y las condiciones climatológicas son extremas. Sin embargo, y gracias a un capricho de la naturaleza se ha podido desarrollar una viticultura de calidad. La Sierra del Perdón, una sierra montañosa de entre 800 y 1000 metros de altitud, ejerce su influencia protegiendo los valles en invierno de los fríos vientos pirenaicos y creando un cálido y seco ambiente en verano.

Las influencias climatológicas son diversas. En el valle se combinan características climáticas atlánticas (70 km del Océano Atlántico) y mediterráneas (que asciende por el valle del Ebro). El verano acostumbra a tener una corta duración y las noches se hacen muy frescas. La fuerte insolación diaria y la prolongada maduración de las uvas que no sufre los rigores de un tórrido final estío favorece la concentración de aromas y sabores de los vinos que ahí se producen. Con estos argumentos la bodega Nekeas ha comenzado a diversificar su actividad vinícola y ha optado por la elaboración de aceite de oliva virgen. En los últimos 3 años se han plantado 180 hectáreas de olivos de las variedad "arbequina" y de la local "arróniz", lo que permitirá acogerse a la Denominación de Origen Protegida Aceite de Navarra.

El Chaparral de Vega Sindoa es uno de esos pocos vinos que parece estar por encima de las añadas, de los veranos calurosos o de las lluvias en septiembre... Lo suyo es regularidad y un carácter gozoso fuera de toda duda. En él se citan las mejores características de una "garnacha" navarra (frutosidad, acidez, potencia aromática, frescor) a lo que se añade lo inmaterial: ese terruño aromático, medio mediterráneo y medio pirenaico, ese recuerdo a la trufa y el níscalo, los pedregales y la tiza. De todos los vinos producidos por Nekeas, éste es mi preferido. Es una lástima que la "merlotización" en la que se encuentra la D.O. Navarra haya arriconado los viejos viñedos. Este Vega Sindoa nos enseña que no hay que ir a Burdeos para encontrar buenas variedades de uva. Se encuentran en casa y son de "garnacha".

Nota de cata:
De color picota violáceo, capa media-alta muy brillante. Borde cardenalíceo, luminoso, lágrima tintada.

Aromas de fuerte intensidad, perfumado, evocador y apetecible. Tiene una extraordinaria expresión varietal de una garnacha agradecida, levemente abocada y desbordante de fruta fresca y frutos del bosque maduros (cerezas picotas, frambuesas, moras madroños, fresones). El roble muy bien puesto aportando algo similar a los aromas especiados del hollejo, cremosos y suaves tostados que respetan la expresión frutal. De fondo encontramos una limpia expresión del terruño, a monte umbrío, hojarasca, humedad (trufa, rábanos, champiñones) y un toque especiado del hollejo, con sensaciones resinosas.

En boca es amplio y sabroso, expresivo, equilibrado, redondo. Como en nariz se presenta algo dulzoso y decididamente afrutado pero con una estructura envidiable y una marcada acidez que contrarresta cualquier exceso goloso. Mucho nervio y mucha fruta roja madura con un curioso toque cálido de calidad, a sirope. Los taninos son frutales y suaves. Un vino gozoso y festivo, con mucha expresión de uva vieja y de terruño. Final notable, especiado, frutoso.

Nota personal: 16.5/20
Relación calidad precio: Excelente
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miércoles, 17 de diciembre de 2008

Ijalba Graciano 2004 Crianza

Vino: Ijalba Graciano 2004 Crianza
Origen: D.O.C. Rioja (Logroño, España)
Productor: Viña Ijalba
Variedades: 100% graciano
Alcohol: 13% vol.
Precio: Entre 8 y 11 euros
Enlace de la bodega: www.ijalba.com
Más información: Viñedos regidos en forma de cultivo clásico con conducción en vaso. Alta densidad de plantas por hectárea con una limitada producción por cepa sobre un suelo poco profundo y pobre. Elaborado según la normativa de cultivo ecológico, sin uso de los herbicidas, ni abonados químicos, ni productos fitosanitarios sintéticos. Selección en mesa de la uva a su llegada a la bodega. Fermentación de la uva sin raspón y estrujada en depósitos de acero inoxidable con control de temperatura. Estabilización por frío y filtración amicróbica. Criado durante 12 meses en barrica de roble y 12 meses más de reposo antes de ser comercializado. Presentado en botella "anti-uve", de doble espesor, con cápsula de estaño.

El nivel de calidad medio de los vinos de Rioja sigue siendo muy alto y nada dejar entrever que su estatus en España vaya a ser cuestionado en los próximos años. Y es que las zonas productoras emergentes lo van a tener muy difícil para escalar posiciones y ponerse a la par de esta zona vinícola. Muchas son las razones de esta hegemonía. El viñedo inscrito en el marco regulador de Rioja constituye un territorio de excepción con múltiple terruños llenos de personalidad gracias a sus diferentes suelos y climas así como a una limitada pero excelente selección de variedades de uva autóctonas de calidad plenamente adaptadas al entorno. Existe un heterogéneo conjunto de bodegueros unido por la búsqueda de la excelencia que antepone el compromiso con su trabajo a las modas y a los grandes creadores de opinión estadounidenses. Sus vinos gozan de prestigio, tienen un estilo propio que los consumidores reconocen y que en muchos casos exigen.

Los tintos de Rioja están en plena forma y siguen sorprendiendo con sus propuestas. Los clásicos Gran Reserva de toda la vida han dado paso a vinos de autor en los que se impone la búsqueda del terruño y la expresión más pura de la parcela. Es habitual encontrarse a enólogos desplazándose por las comarcas buscando la ladera más improductiva, los suelos más pobres y pedregosos, las viñas centenarias o los tradicionales bancales de vidau. Aunque la "tempranillo" sigue siendo la enseña de la D.O. ya no es la única ni disfruta de su antigua hegemonía. Día a día aparecen nuevas marcas y bodegas que apuestan por rescatar viejas vides de "garnacha" o "graciano" para elaborar vinos singulares y diferentes a los que conocíamos hasta ahora. Lo mismo sucede con un pequeño grupo de monovarietales de "mazuelo" que poco a poco se están abriendo paso y que pueden llegar a revolucionar el concepto que la mayoría de aficionados al vino tienen de esta variedad de origen aragonés.

Viña Ijalba ha sido uno de los artífices de esta puesta al día de la D.O. Rioja. La empresa nace en 1975 como proyecto personal de Dionisio Ruiz Ijalba, industrial riojano dedicado a la minería a cielo abierto y a la extracción de gravas. La actividad económica desarrollada por su compañía dejaba a su paso un terreno pobre, rocoso y con pocas posibilidades agrícolas debido a su escasa profundidad. Después de estudiar las posibilidades de reactivar la actividad económica de estas zonas y tras consultar con varios asesores enológicos Ruiz Ijalba decidió probar suerte y comenzar a plantar sus primeros viñedos en Villamediana de Iregua (Logroño) sobre minas a cielo abierto.

La inquietud por innovar es una de las características que definen el día a día de Viña Ijalba. En 1994 adaptaron a los métodos de cultivo ecológico las más de 80 hectáreas de viñedos de las fincas de Logroño, San Vicente de la Sonsierra y Valle del Najerilla. Un año más tarde su monovarietal de "graciano" fue el primero en embotellarse en La Rioja. Los buenos resultados obtenidos con esta variedad han dado sus frutos y en la actualidad no hay bodega que se precie que no tenga en proyecto de estudio o ya en el mercado un tinto de "graciano" que prestigie su cartera de productos (Abel Mendoza, Amaren, Solar de Samaniego, Contino, Valserrano, Casado Morales, Allende, Viña Herminia). Además, la bodega ha invertido grandes sumas en integrar el concepto de sostenibilidad a sus instalaciones. Para ello han edificado una vanguardista bodega que ha adoptado los más modernos sistemas de depuración de aguas residuales y de reciclaje. En los últimos años ha estado colaborando en diversos proyectos de I+D con la Universidad de La Rioja en el trabajo con variedades locales minoritarias. Fruto de estas inversiones se han podido recuperar 2 hectáreas de "maturana blanca" y "maturana tinta" con los que se han elaborado sendos vinos a partir del año 2001 y 2002 respectivamente.

La principal virtud de este Ijalba Crianza es su capacidad para expresar todo el carácter de fruta fresca y la alegría de la "graciano". Sorprende por su exhuberante juventud a pesar de tratarse de un 2004 y lo poco que le ha afectado estos años de guarda en botella. No muestra nada de evolución prematura y conserva una frutosidad fuera de lo habitual. En muchas cosas podría pasar por ser un tinto roble con una crianza mínima. De todos los "graciano" riojanos éste es el más joven y fácil de beber. Ha renunciado a mayores dosis de complejidad y a una larga crianza para mantenerse como en el momento de ser embotellado. Una gozada a un precio más que asequible.

Nota de cata:
Intenso color cereza violáceo oscuro, brillante, reflejos rojizos y azulados, borde granatoso rojizo.

Aromas de buena intensidad con una desbordante expresión varietal. Encontramos un tinto de estilo juvenil y desenfadado gracias a una gran cantidad de fruta negra y roja, con un leve toques asilvestrado a fruta del bosque (bayas, fruto del saúco, endrinas, zarzal). Gana en potencia con fragantes notas de flores, lilas, geranios, y unos finísimos balsámicos de fondo. La crianza prácticamente no se entromete en ningún momento, aportando tímidas notas tostadas y algo de cacao. Muy buen ejemplo de barrica.

De cuerpo medio, fresco, con una marcado acento frutal y una excelente acidez que hace entrever un largo recorrido en botella. Alegre, sabroso, con mucha fruta roja joven y bayas. Marcado varietal, le sobra personalidad.

Nota personal: 15/20
Relación calidad precio: Muy buena
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martes, 16 de diciembre de 2008

Cuvée Centenaire 2007

Vino: Cuvée Centenaire 2007
Origen: A.O.C. Côtes du Roussillon (Perpignan, Francia)
Productor: Domaine Lafage
Variedades: 80% grenache blanc, 20% roussane
Alcohol: 13.5% vol.
Precio: Entre 8 y 11 euros
Enlace de la bodega: www.domaine-lafage.com
Más información: Uvas procedentes de viñedos centenarios ubicados en colinas de orientación sur de suelos formados por cantos rodados. Vendimia manual con posterior selección en mesa a finales del mes de septiembre. El 80% del vino base fermenta en depósitos de acero inoxidable sobre sus lías y el 20% restante lo hace en barricas nuevas de roble francés por un periodo de 4 meses con bâtonnage periódicos. Posterior ensamblaje de ambos vinos y guarda durante unos meses antes de ser comercializado.

Tres posts atrás tuve la oportunidad de hablar del buen hacer de la pareja de enólogos Jean-Marc Lafage y de su esposa Eliane Salinas aprovechando la excusa de abrir un portentoso Les Onze Terrasses 2005 de Domaine Lafage. Hace unos meses, en una breve escapada a Perpignan, me hice con una muestra de la mayoría de los vinos de la bodega y uno a uno los he ido abriendo para mayor satisfacción de familia y amigos. Me ratifico en lo referente a los enólogos de la casa. Sus vinos poseen un marcado acento mediterráneo, son sabrosos, con una asombrosa capacidad de expresión de sus respectivos suelos y con una coherencia ejemplar. Además, todos ellos se mueven entre los 5 y los 14 euros (a excepción del Les Onzes Terrasses, 50e).

La especialidad de Domaine Lafage es elaborar una amplia gama de excelentes vinos, casi imbatibles en sus relativas franjas de precios. Éstos abarcan todo tipo de elaboraciones, desde frescos y afrutados rosados hasta un dulcísimo Rivesaltes Tuilé que no abusa del contacto con las vieja duelas de roble viejo, así como una exclusiva selección de ensamblajes a la carta aprovechando las parcelas de "syrah", "grenache noir" y "carignan" que la bodega posee en los distintos terroir del Rosellón. Además, en colaboración con los viticultores de su entorno produce una línea de productos bajo el sello de Mas Llaro que se comercializa en las grandes superficies comerciales del sur de Francia y que se encuentran prácticamente al mismo nivel que los vinos de Domaine Lafage. Sin lugar a dudas estamos ante uno de los tintos básicos con mejor relación calidad/precio.

Este Cuvée Centenaire 2007 es una de las apuestas seguras de Domaine Lafage y representa con fidelidad la filosofía de la casa: sacarle el máximo partido a las variedades locales. La madurez de esta "garnacha blanca", vieja y de escasa producción, es ejemplar lo que aporta un perfil más maduro y menos asilvestrado de lo que es habitual en esta variedad. Mantiene un espinazo cortante gracias a su elevada acidez que viene matizada por su paso en barrica, que aporta notas de especias blancas y algo de pastelería.

Nota de cata:

De color amarillo verdoso, reflejos dorados, brillante.

Aromas de media intensidad, inicialmente algo falto de expresión con predominio de las lías y de cierta sensación amaderada de la barrica que se impone al conjunto. Necesita algo de tiempo para oxigenarse y abrirse. Después de un rato se muestra muy limpio con una muy marcada personalidad varietal (pulpa de cítricos, berros, zarzal) y una atractiva crianza a vainilla pura y glaseados, casi a confites. Encontramos suaves notas de hierbas verdes, fruta blanca y pulpa madura, notas de lías. De fondo aparecen toques de crema pastelera, manzanas Granny Smith, horneadas, y algo de peras de san juan. Cremoso y fragante.

En boca es carnoso, sabroso, parecido a lo ya visto en nariz aunque su intensa acidez nos depara una grata sorpresa dotando de mayor vida al conjunto. En general es un vino educado y redondo en el que predomina la fruta sobre un fondo maduro a lías, crema, marchitos. Fácil de beber y lleno de pequeños detalles, con una ligera dulcedumbre que lo hace sabroso.

Nota personal: 15/20
Relación calidad precio: Buena
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domingo, 14 de diciembre de 2008

Turriga 2001

Vino: Turriga 2001
Origen: I.G.T. Isola dei Nuraghi (Isla de Cerdeña, Italia)
Productor: Cantine Argiolas
Variedades: 85% cannonau, 5% carignano, 5% bovale sardo, 5% malvasia nera
Alcohol: 14% vol.
Precio: Entre 50 y 55 euros
Enlace de la bodega: www.cantine-argiolas.it
Más información: Selección de las mejores uvas procedentes de la finca de Turriga, en las inmediaciones de Selegas y Guamaggiore, al norte de la ciudad de Cagliari, a unos 230 metros de altitud. Viñas viejas con un rendimiento inferior a 1kg por cepa. Vendimia manual efectuada a primera hora de la mañana a finales del mes de septiembre. Maceración entre 16 y 18 días en depósitos de acero inoxidable. Crianza de 18 a 24 meses en barricas bordalesas nuevas de roble francés Allier y Tronçais.

La privilegiada ubicación de la isla de Cerdeña como puerto mercante entre las costas bereberes del norte de África, el litoral ibérico y la actual costa franco-italiana atrajo a los primeros comerciantes fenicios entre los siglos X y VIII a.c. y con ellos la aparición de la vid.

Estos primeros viñedos cultivados por los pueblos nuráguicos se extendieron por toda el territorio durante siglos y se ampliaron después de que en el siglo V a.c. Cartago ampliara su área de influencia sobre la isla usándolo como puerto de abituallamiento para las siguientes guerras contra Roma. En el año 214 a.c. Cerdeña caería en manos del Imperio Romano definitivamente. Estó forzó al pueblo cartaginés a arrancar todas las vides antes de partir definitivamente de la isla con la intención de empobrecer la economía local castigando las ricas rutas comerciales romanas, principal razón de las guerras púnicas.

El cultivo de la vid caería en el olvido hasta la llegada de la instauración del Regnum Sardiniae et Corsicae en 1297 por parte del Papa Bonifacio VIII que sometería la isla al dominio de la Corona de Aragón durante dos siglos. Durante este periodo se replantarían los viñedos de la isla con variedades de uvas provenientes de Valencia, Catalunya, Aragón y Baleares: "carignano" (cariñena), "cannonau" (garnacha), "muristellu" (monastrell), "bovale" (bobal) y una larguísima lista de variedades autóctonas (monica, giró) que a falta de un estudio ampelográfico serio todavía no han sido catalogadas pero que todo indica que procedían de las territorios que integraban la antigua Corona Catalano-Aragonesa.

Antonio Argiolas es el patriarca de la viticultura europea y mundial. A sus 102 es el último bodeguero de una generación que puso en pie los viejos viñedos que hoy disfrutamos. Desde 1918 ha trabajado en la puesta en marcha de la bodega y posteriormente en su consolidación junto a sus hijos Guiseppe y Franco, así como con sus nietos, Maria Luisa, Francesca y Antonio. Desde la bodega ubicada en la pequeña población de Serdinia, a unos 20 quilómetros de Cagliari, controlan los viñedos de Sibiola, Sisini y Selegas además de una buena cantidad de hectáreas de olivos viejos de las variedades "tonda di cagliari", "spitz" y "carroga".

Este Turriga de Argiolas es uno de los vinos con mayor reconocimiento internacional de la viticultura sarda. Las uvas con las que se elabora proceden de las cepas a mayor altitud de la finca familiar de Sisini, un viñedo dedicado casi en su integridad al cultivo de variedades blancas (nuragus, vermentino, nasca, malvasia di cagliari). Desde su primera añada se ha optado por las variedades autóctonas demostrando que se pueden obtener vinos de "alta expresión" sin tener que echar mano a variedades internacionales. Predomina una "cannonau" (garnacha) madura y fragante con un marcado acento meridional que aporta notas de hierbas aromáticas y acentos de resina y de pinar mediterráneo. Si tuviera que compararlo con algún vino español producido con esta variedad diría que en muchas cosas se asemeja a las garnachas del Montsant, con una marcada expresión frutal aunque sin esa expresión mineral que caracteriza a estos vinos catalanes. Se trata de un tinto muy elegante y marcado por su paso en barrica con una capacidad poco habitual de envejecimiento. La añada 2001 aún presenta alguna ligera aspereza en boca por limar. El resto es pura seda. Buen vino aunque algo caro.

Nota de cata:

Picota de capa alta, borde granatoso, lágrima tintada.

Nariz que combina una fuerte intensidad y marcada elegancia derivada de la crianza. La fruta negra se muestra perfumada aportando profundidad (ciruelas maceradas, moras, arándanos, cerezas picotas) junto a recuerdos de pimienta negra y bayas recién molidas, con un toque de zarzal y hierbas aromáticas (laurel, salvia, hierbabuena, retama de olor). Hay pronunciadas notas de monte mediterráneo (lavanda, romero, eucaliptus) . Todo el conjunto está presidido por atractivas notas avainilladas y ahumadas a las que se suman sensaciones de fondo a tabaco rubio inglés.

En boca es muy seco, concentrado, potente y lleno de una fruta negra madura. El conjunto resulta sólido, levemente agresivo y por acabar de redondearse pero ya en un momento excelente de consumo. Taninos redondos, cálidos, que aportan viveza al conjunto junto a una acidez plenamente integrada. Final intenso y especiado, muy sabroso.

Nota personal: 17/20
Relación calidad precio: Caro
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lunes, 8 de diciembre de 2008

Les Onze Terrasses 2005

Vino: Les Onze Terrasses 2005
Origen: A.O.C. Côtes du Roussillon (Perpignan, Francia)
Productor: Domaine Lafage - Mas Miraflors
Variedades: 75% syrah, 15% carignan, 10% grenache noir
Alcohol: 15% vol.
Precio: Entre 50 y 60 euros
Enlace de la bodega: www.domaine-lafage.com
Más información: Vendimia manual a mediados de octubre en la finca ubicada en Torderes, en la subzona de Aspres. Selección a pie de viña de los mejores racimos y transporte en cajas pequeñas. En el propio viñedo se desgrapa la uva, grano a grano, desechando los raspones y los frutos que no están en perfectas condiciones ni en el punto óptimo de maduración. Los granos de uva se depositan uno a uno en una barrica donde permanece durante 10 días. Ésta permanece abierta favoreciendo la intervención de las levaduras del viñedo, aplicándosele diversos bazuqueos diarios. Posteriormente se traslada a la bodega donde se lleva a cabo un prensado con émbolos tradicionales de madera. El vino base permanece en contacto con los hollejos durante un periodo de 6 a 8 semanas. Crianza de 20 meses en tinas de roble francés de 225 litros. Permanece unos meses en botella antes de ser comercializado.

Excelencia y juventud no tienen por que estar reñidas. Jean-Marc Lafage y su esposa Eliane Salinas así lo demuestran. Ambos forman un dinámico dúo que a sus 37 años de edad han confirmado con éxito el relevo generacional al mando de la bodega Lafage, una empresa familiar que lleva seis generaciones elaborando vinos en la provincia del Rosellón. Tras finalizar sus estudios en enología se trasladaron a trabajar a California para Ernest Gallo con el objetivo de aprender nuevos métodos de elaboración y de trabajo en la viña. Después vendrían nuevas experiencias en Suráfrica, Australia y Chile antes de volver a la explotación familiar donde pondrían en práctica lo aprendido en el extranjero. En la actualidad Jean-Marc Lafage se cuenta entre los nuevos valoraes de la enología del sur de Francia. Su especialidad es el trabajo con las variedades autóctonas del arco mediterráneo (mourvèdre, carignan, muscat, grenache blanc, cinsault, syrah, viognier, marsanne) así como la recuperación en cualquier rincón dónde se le necesite de las cepas más viejas e improductivas. Su actividad ha dejado de localizarse en su región natal y de la mano de importadores estadounidenses como Eric Solomon ha pasado a capitanear proyectos en España y Chile: Los Planos Syrah (Cooperativa San Bernabé) en Cariñena; Altas de Ruesca Garnacha y Las Rocas (Cooperativa San Alejandro) en Calatayud; Mar d'Amunt y Mar d'Avall (Els Pyreneus) en el Empordà.

El nombre de este vino, "Les Onze Terrasses" (catalán-francés), hace referencia a los 11 bancales de los que se obtiene su uva. Se trata de la finca Le Vignon, vuelto a replantar desde que fuera adquirido en 1996 por Jean-Marc y su padre Guy. Con una superficie total de 30 hectáreas se sitúa en la zona de Les Aspres, una de las mejores del sur de Francia. La calidad de los caldos de este territorio ha llevado a la creación de una nueva denominación de origen que los distingue del resto: A.O.C. Rousillon Les Aspres. Desde el punto más alto del viñedo, a unos 400 metros de altitud, las vistas son simplemente impresionantes. Al sur las montañas de l'Albera con la sierra del Perthus separan las comarcas catalanas del Vallespir y del Alt Empordà. Al este, más allá de la autopista A9 que recorre toda la provincia, se ve la costa del Mediterráneo con Banyuls y Cotlliure al fondo. Al norte se extiende la región de Les Corberes hasta Lézignan y Fontfroide dando acceso a Narbona. Al este la N116 se adentra en la región hasta Prades y mucho más allá se adentra en la Cerdanya. Al oeste la mítica montaña del Canigó preside todo el entorno con sus cimas nevadas.

Les Onze Terrasses representa lo mejor de la bodega Lafage, una selección de las mejores uvas del mejor viñedo para elaborar un tinto maduro y concentrado, diferente al resto de los vinos de la casa. Se trata del vino premium destinado principalmente al mercado inglés y americano. Al margen de la dificultad para hacerte con una de las 300 botellas producidas, sólo tiene un defecto, el precio: 50 euros. Para quien esté interesado en los productos de Domaine Lafage es muy recomendable su tienda on-line. Entre sus los vinos destacable hay un muy dulce Rivesaltes Tuilé, Cuvée Rimage, elaborado íntegramente con viejas viñas de "garnacha" y el Cuvée Centenaire, un excelente y concentrado blanco elaborado mayoritaria con viñas de "grenache blanc" que superan los 100 años.

Nota de cata:
Cereza picota muy oscuro, opaco, borde violáceo oscuro, casi azulado, lágrima tintada.

Nariz desbocada en la que inicialmente predominan las notas de crianza, roble cremoso, café aromático, especias negras, carne a la brasa. Elegante y con mucha profundidad. La fruta negra (arándanos, ciruelas maceradas, sauco) gana protagonismo, perfumada, fragante, a la que se suma una bella expresión de flores (lilas, salvia, té de roca). Tiene un marcado acento meridional, con aromas de garrigas, romero, tomillo, y unos curiosos acentos salinos a hueso de aceituna, tapénade, regaliz Zara. No pierde un ápice de complejidad y pureza a pesar de su fuerte intensidad. De fondo afloran notas minerales, hidrocarburos, tinta china. Compljejo.

Carnoso y algo cálido, con una gran concentración. Taninos secantes y por redondear, con mucho potencial de mejora. Las sensaciones amargosas y de cacao puro predominan sobre una fruta madura que aporta un acento de dulcedumbre al conjunto. Muy serio, dotado de una estructura sólida, de una acidez intensa que augura años de guarda. Amargoso, sabroso, algo duro en este momento pero disfrutable. Final notable, especiado, aunque algo tánico en este momento.

Nota personal: 16.5/20
Relación calidad precio: Excesivo
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